Willy Caballero le paró un penalti a Ronaldo y se lesionó el pie. Pasó el curso pasado, en el Santiago Bernabéu. Hasta esa fecha había sido para muchos el número 1 de Europa en su posición, un estatus que perdió después porque, tras regresar, su nivel no se mantuvo.
Este año el Málaga se ha dejado puntos ante el Valencia, el Barça y el Sevilla que con el verdadero Willy no habrían volado, algo raro que hizo temer sobre si al arquero, de 32 años, se le había apagado la llama de la competición al decir «adiós» a los Isco, Joaquín, Toulalan, Baptista y cía. Pero Brasil 2014 ha salido al rescate: Caballero quiere ir y anoche consumó una mejoría paulatina con una exhibición soberbia contra el Real más fuerte de la cortísima era Ancelotti. Hasta 13 paradas sumó.
Pasar a 4-4-2, un error de BerndEl encuentro arrancó con el asimétrico dibujo que plasma el Madrid cuando abre a Isco a la izquierda y con un 4-4-2 novedoso en el Málaga que pretendía emular el plan con el que Simeone había conquistado el Bernabéu tres semanas atrás. Además, Schuster sabía del valor de la rapidez contra Pepe y Ramos y su 4-1-4-1 no dispone de ninguna, de ahí la apuesta por el chaval Samu, que lee y ataca bien los espacios. En la práctica, sin embargo, el cambio de esquema confundió a su salida -por restar jerarquía a Tissone– y nada de lo buscado fue representado. Salió mal.
Con el 4-3-3 simétrico, el Real Madrid volvió a jugar bien al fútbol.
Tras a un breve inicio en el que el Málaga pudo juntar varios pases en campo adversario, Ancelotti cerró a Isco y formó un 4-3-3 como el del día del Copenhague, con Illarramendi de «5», y a partir de ahí el partido fue muy claro. El Madrid subía a los dos laterales, Illarra bajaba a por el primer pase y se la abría al uno o al otro, que por slalom o asociación batía línea y ganaba altura. Claramente, el triángulo de salida blanco fue el Illarramendi-Carvajal-Marcelo; el primer punto alto de su dominio.
¿Inspiró Bielsa a Ancelotti?Luego, el Real sorprendió con la energía de su banda derecha, Carvajal-Khedira-Di María, que tuvo un comportamiento extremadamente similar al del genuino Iraola-De Marcos-Susaeta del 4-1-4-1 del Athletic que arrasó el Teatro de los Sueños: quien tenía la pelota (Ángel o Dani) se paraba, uno le tiraba un desmarque diagonal hacia dentro y otro por fuera paralelo a la línea de banda. Funcionó tan bien que la solidez defensiva boquerona no restaba fluidez al juego local. No obstante, el empate a 0 persistía.
El RM cayó en 10 «offsides»El dominio del área chica de Weligton y Caballero es superior al de Morata, así que las jugadas de línea de fondo estaban bastante bien defendidas, y los centros desde el pico del área, que eran aún más habituales, solían saldarse con fuera de juego en contra de los blancos (incurrieron en 10). Schuster adivinó que Di María, como zurdo que es y que juega en la derecha, se cerraría en vez de abrirse antes de dar la asistencia, y preparó a su zaga para dar un pasito adelante que los rematadores del Madrid no supieron cómo afrontar. No todo fueron paradones de Willy.
Es decir, aunque los de Ancelotti hacían juego para ganar, su rival le competía a su manera. No se entregaba. Seguía cumpliendo su parte.
El juego estaba para que decidiera Isco, pero no estuvo fino.
Paradójicamente, el 1-0 llegó con ese lance que tanto había controlado el Málaga. Se esperaba más que llegase vía Isco, pues la tarde estaba para él, en la frontal del área, que es donde es un maestro, pero no fue el día del Golden Boy, quizá por nostalgia o puede que porque sí. Dicho esto, es importante señalar que, aun sin su brillantez, el Madrid jugó un partido tan ordenado y basado en el balón porque lo tiene a él. Sus 67 toques -4 pérdidas- en 73 minutos fueron tan sosos como necesarios para el modo de jugar de su equipo. Sin pelota, eso sí, fue un boquete.
Para concluir sería justo señalar que la técnica de El Hamdaoui se las averigua para hacer jugadas incluso cuando su equipo es dominado en el Bernabéu, que Jesé Rodríguez sigue dejando aroma de crack en cada rato que juega y que Cristiano Ronaldo terminó pidiendo perdón a su estadio tras jugar, posiblemente, su mejor partido de la temporada. Cosas de cracks.
Abel Rojas 20 octubre, 2013
@ Master_Goal
Coincido en lo de Jesé. La verdad es que el tipo juega de maravilla. No tiene condiciones a secas; tiene condiciones y talento. Sabe jugar muy bien. Es un jugador importante. Si Ancelotti quiere, es un tipo que debe darle puntos y variantes. Seguramente es el mayor talento canterano del Madrid, mínimo, desde Juan Mata. Da mucho miedo cuando coge el balón.