A medida que pasa el tiempo crece el recuerdo de lo que fue aquello. Real Madrid y Fútbol Club Barcelona vienen de ofrecerle al fútbol un duelo irreproducible. Las plenitudes de Pep Guardiola, José Mourinho, Leo Messi y Cristiano Ronaldo se citaron para marcar una época en nuestro campeonato. El Barça, ya se sabe, bordó el fútbol hasta postularse como candidato a mejor equipo que vieron nuestros ojos. Con el Madrid de Mourinho se fue más injusto, quizás por no haber logrado aquello para lo que fue concebido. Pese a todo, quedó una Liga récord, una Copa y un fútbol espectacular allá por octubre de 2011. Hoy la realidad es bien diferente. De los cuatro grandes pilares de la mítica confrontación, solo Cristiano Ronaldo permanece inalterable. El resto, a saber: Pep y Mou partieron, Leo anda en litigio con su propio cuerpo y el ramillete de secundarios (Alonso, Xavi, Iniesta, Casillas, etc) o son baja o están bajos. El que fue el indiscutible mejor partido del mundo ya no lo es de forma clara. Por supuesto, cada historia tiene sus matices. En Barcelona sienten que a su equipo se le olvidó ganar en noches de postín. Supercopa aparte, solo el Milan ha caído ante los azulgranas desde marzo de 2012. Va para dos años. El Real Madrid, por su parte, derrotó en los últimos ocho meses a Manchester United, Barcelona (dos veces), Borussia Dortmund o Juventus de Turín… y sin embargo, la duda táctica recae sobre los hombres de Carlo Ancelotti.
El Clásico no es la perfección que fue entre 2010 y 2012. Ahora ambos tienen problemas y miedos
Los dos primeros meses de competición sonríen al Barcelona de cara a esta noche. Los de Martino han sido mejores que el Real: más puntos, más goles a favor y menos en contra. No hay debate. Los catalanes tienen un modelo archiconocido que, unido a Leo Messi, les garantiza la competitividad ante el 90% de clubes del mundo. El Madrid está en otro punto. Ancelotti prosigue con un cambio lento y costoso que convierte a los blancos en irregulares dentro de un mismo partido. El conflicto principal se localiza en la presión. Carletto ambiciona que sus jugadores roben la pelota más cerca de la portería rival que en la etapa de Mourinho y eso cuesta espacios. Al Madrid le están fallando los conceptos de intensidad y colocación a la hora de achicar. Es por eso que todos sus rivales han logrado, en mayor o menor medida, recibir entre líneas, asociarse y contraatacar. Resumido en una frase: los merengues sufren para interrumpir los pases del contrario en el círculo central. El robo de balón aún no lo dominan.
Habría que matizar algo: la idea de Ancelotti sí ha logrado imponerse de forma rotunda. Fue ante la Juventus… y duró 6 minutos. Al Madrid le bastó para ponerse 1-0 e insinuar su tremendo potencial, pero es tan corto el periodo de tiempo que no podemos darlo como hecho conclusivo. Así pues, a 26 de octubre, el cruce de estilos beneficia al¿Se adaptará Carlo al FCB o no tocará nada de su sistema actual? Barcelona. Es fácil imaginar a Iniesta, Neymar o Messi recibiendo con más metros que en los últimos cinco Clásicos juntos. Es justo aquí cuando surge la pregunta clave del análisis: ¿se adaptará Ancelotti al Barcelona? La solución es tan sencilla que parece casi irrenunciable. El ajuste consistiría en pasar de esos intentos de presión y que “Illarramendi, Modric y Khedira” no buscasen el robo. Que esperasen más abajo. Con Di María y Ronaldo haciendo par con los laterales culés y Benzema de «9». El planteamiento del Milan. El que llevó a Robinho y a Kaká a sus versiones de 2007. ¿Dudas? Pues que hasta la fecha es algo que no le hemos visto al Madrid con el italiano en el banquillo. Modificar un discurso que engloba hasta la manera de meter el pie es complicado, pero la plantilla tiene la calidad defensiva para aplicar ese plan, el que frustra al Barcelona. Como extra, hay que señalar que el libreto del transalpino incluye una pretensión de mandar sobre el césped que a su centro del campo le puede quedar grande desde varios puntos de vista. Illarramendi, Modric y Khedira no tienen el empaque de Busquets, Xavi o Iniesta, aunque las realidades deportivas puedan (o no) decir otra cosa. Solo el alemán ha catado Clásicos, pero nunca como “rey competitivo de la medular”. Es por esto que salir al Camp Nou a imponerse suena peligroso. La visión de Ancelotti es la incógnita que marca la previa y que podría afectar a la elección de ciertos jugadores. Por ejemplo, si el Madrid opta por mantener sus intenciones en la presión, el nombre de Varane crece en relevancia. El francés inspira una grandeza para resolver problemas que en los Clásicos no genera ni Sergio Ramos. Y un Barcelona-Real Madrid tiene mucho de esto.
¿Puede el Real Madrid modificar su discurso de la noche a la mañana para enfrentarse al Barcelona?
La decisión de Ancelotti de vestirse de Mourinho tendría como objetivo protegerse de Messi y Neymar. Hacer que el primero no encuentre posiciones para arrancar a espaldas de los mediocentros y que el segundo, forzado por el sistema y la carencia de espacios, tenga que pegarse a la banda, donde Arbeloa y Khedira serán una exigencia desconocida en su incipiente carrera. El precio a pagar sería un Xavi más cerca de la frontal y menos agobiado. A estas alturas, parece asumible, aunque con Modric en su perfil este parece el Clásico donde más cosas tiene que decir el de Terrassa desde 2011.
La altura del bloque defensivo madridista también será importante para valorar el extremo derecho elegido por el Tata. Si el Barça puede hallar espacios y realizar ataques más o menos verticales, Pedro tendría más sentido que Alexis, pues el canario es de errar poco ante el portero.Marcelo, importante en la elección del extremo derecho barcelonista En caso de que el Madrid se tape, el debate se abre bastante más. En el uno contra uno Alexis es flojísimo. No desborda a nadie. Pedro no es Figo, desde luego, pero ahí tiene algo más que el chileno, más por demérito de este que otra cosa. Sin embargo, aportando soluciones con sus movimientos, Alexis es muy superior. Su desmarque circular consigue engañar a los centrales y tiene capacidad de jugar como 9, cualidades ambas que Pedro no posee. El Niño Maravilla es la vía para que Messi juegue de cara, lo que siempre es positivo… pero no perfecto. Existe una contraprestación en ese mecanismo: Marcelo. El tema es amplio. Por un lado, está el aspecto defensivo. Cuando Marcelo pase al ataque, la hipotética no presencia de Alexis ahí podría desangrar al Barça. Recordemos que el interior derecho blaugrana es Xavi, nulo en facetas de quite y cobertura. Esto lo vimos en la vuelta de la Supercopa 2012, en la que Marcelo desangró al Barça con Messi de falso extremo. El otro punto a resaltar es que el lateral brasileño suele defender correctamente la salida hacia dentro –la típica de Messi– y con Leo muy pesado en el regate, esto podría suponer más de una pérdida y posible contragolpe visitante. La Pulga intenta agitar cuando recibe abierto y eso conlleva riesgo, sobre todo porque como hemos comentado, Xavi no sostiene casi nada.
La otra duda del ataque del Barcelona está en el interior izquierdo. Iniesta o Cesc. Se parte de la base de lo complejo que resultaría a nivel emocional sentar a Andrés en un Clásico. El manchego es quien es y ante el Real Madrid siempre ha sumado. Todo lo contrario que un Cesc que jamás pudo rendir en estos choques, básicamente por sus problemas para conservar la pelota. Cesc pierde balones. Iniesta los viene perdiendo, pero se espera que un Barça-Madrid active en él una mayor concentración. A favor de Fábregas, su ruptura al área (importante con Messi en la derecha) y su tendencia a caer más hacia los costados, algo que podría sacar de la banda a Neymar. Martino ha de hacer alguna cosa para que no se repita lo de San Siro.
Iniesta parece una figura demasiado grande como para atreverse a prescindir de ella ante el Madrid
Tata Martino nació en Rosario y la idiosincrasia catalana todavía la anda descubriendo. Entre tanta táctica puede parecer un detalle menor pero quizás no lo sea: cinco años después, el Barça afrontará un Clásico sin un entrenador de la casa. El desconocimiento de Mourinho de lo que significaba este partido le supuso la peor derrota de su carrera. Mou necesitó perder muchísimo para comprenderlo. Es cierto que Ancelotti tampoco lleva dentro esta rivalidad y por ahí las cosas se igualan, pero no deja de ser una ventaja que los barcelonistas tenían y de la que ya no disfrutarán. Claro que la moneda siempre tiene dos caras.
Si algo ha demostrado ser el Tata es un fabuloso creador de sistemas defensivos. El argentino es un enamorado de la presión y la corrección sin la pelota. Es su cualidad diferencial como técnico y, quién sabe, podría ser su gran contribución en el Clásico. Por cuestiones culturales, de educación o incluso de ego, el Barcelona viene planteando sus ¿Tiene forma el Tata de parar hoy a C.Ronaldo?últimos duelos ante el Real Madrid –y Cristiano Ronaldo– como si de un rival más se tratara. Ahora bien, ¿cuáles podrían ser esos ajustes? He ahí el quid de la cuestión. Como analizamos en el mes de julio, la plantilla culé no dispone de mimbres para montar nada que no sea en torno a la defensa con balón. Existen arreglos minúsculos, como la opción de atar atrás a Alves, pero tarde o temprano el modelo te exige que Dani llegue arriba para crear alguna ventaja en ese lado. Con humildad, quien escribe no alcanza a imaginar un matiz exitoso, así que instamos a la comunidad a debatir en comentarios qué puede hacer Martino contra un Cristiano Ronaldo intratable. Y eso que, por fortuna para los locales, el Madrid ha visto mermado enormemente su juego de contragolpe con las salidas de Mourinho y Ozil. El Real fluye a menos revoluciones pero estas siguen siendo suficientes para pasar por encima de Xavi y presentarse ante Piqué. Pese a estar completando su mejor campaña desde 2011, el central está siendo bastante criticado por su lentitud a campo abierto. Es la única jugada que no puede acometer. Si Cristiano llega en vuelo le superará. Gerard saca mucha ventaja a Bartra y Mascherano en lectura defensiva dentro del desorden pero afrontando duelos individuales es el peor de los cuatro centrales. Si Piqué fuera baja, el arrojo de Bartra parece más adecuado que un Masche envuelto en nervios, aunque la experiencia siempre es un factor. Por cierto, en medio de todo esto está Busquets. Si el Barcelona sale victorioso será, sí o sí, con un tremendo partidazo de Sergio. No hay mayor certeza dentro del puzzle que es este Clásico.
El Barça no puede permitirse exponer a Piqué contra Cristiano otra vez pero ¿tiene forma de evitarlo?
El otro elemento que venía martirizando al Barcelona ya no está. Un poco escorado a la derecha, Mesut Ozil terminó siendo algo imparable para Busquets y compañía en base a dos conceptos: sus apariciones entre líneas enviando a los desmarques Di María es peligrosísimo aunque no perfectode Cristiano y su capacidad de retener la pelota arriba. El alemán, con su talento para recibir en cualquier posición del campo (importante detalle), volvía loco a un Busi que no le podía sacar la bola mientras Xavi e Iniesta ni siquiera comparecían en la jugada. Esta función no puede ser reproducida al completo por ningún futbolista del Real Madrid. El favorito para estar en el once es Di María. Ángel está brutal y resulta casi imposible que no la líe en alguna, pero tiene un par de pequeñas pegas. Para empezar, su habilidad como lanzador de contragolpes en el carril diestro es cuestionable. El Fideo no maneja del todo el apoyo rápido a un toque para montar transiciones. Donde de verdad Di María ha hecho daño al Barça ha sido en la izquierda; desbordando a Alves o corriendo por ese lado (el de la Selección, donde la rompe). Un ejemplo perfecto de esto es el 0-2 de Cristiano en la vuelta de Copa. El portugués es tan increíble en sus movimientos que permite a Di María salir de su jaula y sentirse libre.
Y luego está Isco, al que sorprendería ver en el centro del campo. Como interior es más dado a la pérdida que Modric y mucho menos sacrificado en defensa. En consecuencia, donde más boletos tendría para jugar sería como extremo diestro (esto teniendo en cuenta que Ancelotti aún no lo colocó ahí). Como lanzador de contras Isco es muy bueno… en la izquierda. En la derecha, el movimiento hacia su pierna mala le quita naturalidad y ritmo en exigencias rápidas. No puede filtrar pases de la misma manera. No obstante, hay un mecanismo oziliano que el andaluz sí podría clavar: el mantener a su equipo jugando arriba. No podemos descartar a un Madrid que, a través de la superioridad defensiva (no tan factible como con Mou pero tampoco imposible), vaya ganando sensaciones y comodidad en el partido hasta encadenar asociaciones en terreno contrario. Después de todo, en el once blanco estarían Marcelo, Isco, Modric o Benzema. Con otra particularidad: el Real tendría a dos virtuosos de la pausa en cada costado; Modric en la izquierda, Isco en la derecha. Lo ideal para mover a Busquets. Por último, está el tema de la grandeza del vigente Golden Boy. Isco nació para colarla en días así. Oporto o Real Madrid ya lo saben.
¿Y Bale? En condiciones normales, el galés sería indiscutible y su presencia la daríamos casi tan segura como podría ser la de Cristiano. El caso es que Gareth anda todavía en fase de rodaje y el conocimiento de su estado solo lo tiene Ancelotti. El zurdo supera a Di María en casi todo: tiene más apoyo entre líneas para crear contragolpes (aunque tampoco es un lanzador ya que carece de último pase) y en ataques organizados es más paciente que el rosarino. Por no hablar de la determinación. Un gol de Bale no extraría a nadie. En su contra, que no tiene el esfuerzo defensivo de DiMa –nadie lo tiene–.
Gareth Bale, Di María e Isco parecen las tres opciones de Carlo Ancelotti para la banda derecha
Para el final dejamos la variante más llamativa de cuantas puede exhibir Martino. El breve concurso de Cesc como 9 en San Siro merece una mirada de especial curiosidad, pues podría ir más allá de un recurso in-game. Tal disposición supondría la alineación de los once mejores futbolistas sobre el tapete, lo que nunca sobra. Sería jugársela a un contexto ultra-asociativo con la idea de que el Madrid no es una muralla a la hora de robar el esférico. ¿Lo negativo? Que el Real podría adelantar a sus centrales casi sin miedo a rupturas (Cesc es lento) y que el Barcelona perdería del todo al extremo derecho en la presión y el repliegue. Lo cierto es que el banquillo del Barça se queda algo corto a la hora de hallar sorpresas que puedan decantar el Clásico. El detalle insospechado cuenta y ahí el Real Madrid tiene algo más. El balón parado, por mencionar algo. Ojo al escalofriante dato: en los últimos doce Clásicos, los blancos han anotado hasta siete goles a pelota quieta. Una salvajada que volverá a tener su peso, aunque seguramente no tanto como las decisiones que tome Ancelotti. Su margen de maniobra es superior al del Tata y por tanto su influencia en el escenario táctico será mayor. Carlo elige: aburrir al Barça con lo de siempre o apostar por su valiente pero inacabado plan. Dos años contra dos meses.
@Cerdido_ 26 octubre, 2013
Detalles a vuela pluma del clásico:
-El RM está arrancando lento los partidos. Los primeros 20' le cuesta entrar y hasta es dominado por el rival. Esto es bueno para el Barça que en los últimos clásicos encajo goles de Khedira, Benzema, Ozil o Ronaldo (por dos veces) en los primeros 20'.
– Los blancos buscan simplificar. repliegue y contra con 2 o3 balas arriba. Menos creativo y doloroso que lo de Mou que mezclaba con posesiones largas (Ozil). Además los 3 blancos (ILLarra, Khedira y Modric) son mas de ir a presión que contemporizar, al menos en Chamartín. Clave, esto. Su rendimiento definirá medio pplanteamiento.
-Marcelo, enfrente dentrá como mucho a Pedro o Alexis e igual ni so si entra Cesc de falso 9. Por delante solo Xavi (0 defensivo) y Alves que estará con CR.
-Por el Barça. Dar libertad a Neymar es clave. Lo de Milan no se puede repetir, es muy resolutivo como apra dejarlo en la Banda simplemente. Cesc, Alexis o Pedro deben liberarlo.
-Xavi será clave. Está MUY bien y el Barça tendrá el balón muy arriba. Que de fluidez y no la pierda (básica, la pérdida de calidad ante la trans of merengue) le puede dar al Barça medio partido.
-Tener mecanismos grupales para defender a CR&Bale. No dejar 1vs1 donde son mejores y es normal que se vayan. Sea con el balón (sobre todo) o ayudas, vigilancias y coberturas, pero no se les puede entregar un regate y correr. No hay que centrarse en el robo final. Simplemente orientándolos a que salgan por el lado de su pierna débil, o ensuciando las recepciones puede ser suficiente.