Miroslav Djukic dejó un grato recuerdo en Valladolid. El técnico serbio logró un equipo reconocible y fresco a través de una peculiar metodología de entrenamiento, basada en la previsión total del trabajo semanal. De lunes a viernes, cada futbolista del Real Valladolid tenía pleno conocimiento de sus obligaciones diarias e incluso podían intuir la alineación del próximo partido desde el primer momento. El vestuario blanquivioleta pareció entender la rutina de Djukic y tanto el juego como los resultados fueron excelentes. Ahora aterriza en Valencia, un mundo completamente diferente.
En sus primeros días en Mestalla, Djukic quiso aplicar su antigua fórmula de trabajo dentro de su nuevo entorno. Sin embargo, el técnico serbio pronto encontró algunas reticencias. Para jugadores de nivel internacional, conocer con tanta antelación su condición de suplente no es plato de buen gusto, algo que Djukic ha querido solucionar con rapidez. La duda es: ¿se puede mantener motivado a una figura si esta sabe que no será titular el domingo? Con futbolistas más creativos y espontáneos, ¿es positivo llevar un control tan estricto de las posibilidades de un equipo? Si Ever Banega regresa de Ecuador un miércoles tras un partido con Argentina, ¿debe entrenar ese jueves al mismo ritmo del jueves anterior? De todo esto y mucho más conversamos anoche en “La Última Nota”; ahora te toca a ti opinar.
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Referencias:
«38 Ecos (Jornada 04 – 2013/14)»
https://twitter.com/Arroyer
https://twitter.com/ecosdelbalon
https://twitter.com/david_delapena
https://twitter.com/DavidLeonRon
https://twitter.com/GonzaloQG
https://twitter.com/migquintana
https://twitter.com/Nerea_Zusberro
@migquintana 17 septiembre, 2013
Personalmente, me parece un tema muy complicado de tratar porque no sabemos como respira ese vestuario. Lo único que conocemos es que llevan 4 técnicos en 15 meses, que es una plantilla muy larga, llena de internacionales con cierto peso, que los objetivos siempre son los más altos posibles y que en Valladolid, por lo que nos cuenta el gran Gonzalo Quintana, el método de Miroslav Djukic salió bien aunque tuviera como fecha de caducidad los dos años que finalmente pasó en Pucela.
En mi opinión, en ese tira y afloja entre imponer tu personalidad y adaptarse al grupo, la que tienen de ganar son los jugadores como siempre, pero si Djukic quiere apostar por un proyecto duradero en Valencia no puede realizar demasiadas concesiones. Entiendo que lo del peto es desfavorable, pero no creo que tenga porque serlo el entrenamiento repetitivo. Es verdad que muy creativo no es, pero en el Valladolid funcionó más que bien. No sólo jugaban bien en principio, sino que luego supo ser pragmático y el club terminó muy por encima de lo previsible.
No sé, al final es lo de siempre: si el club da una posición fuerte la entrenador, tendrá más legitimidad para llevar a su manera al grupo hacia los objetivos. Otra cosa es que, como bien sabe Guardiola o Mourinho, técnicos ultra TOP, si no convences a tus futbolistas… mal vas.