El incomparable marco de Wembley acogió en 1978 la final del máximo trofeo continental, la Copa de Europa. Casi 100.000 personas se dieron cita para presenciar una nueva victoria del Liverpool de Bob Paisley ante el Brujas belga, entrenado por el legendario Ernst Happel. El club británico defendía el título conquistado un año antes en Roma frente al Borussia Monchengladbach alemán. Esta vez sería un gol del gran Kenny Daglish en el minuto veinte de la segunda mitad el que llevara de nuevo la Orejona a las vitrinas de Anfield, la segunda Copa de Europa de la entidad.
La final de la edición número veintiuno de la Recopa de Europa tuvo lugar en el Rheinstadion de Dusseldorf, ante solo 5000 espectadores. Dos equipos casi desconocidos para el gran público alcanzaron la ronda decisiva: el Dinamo Tbilisi soviético y el FC Carl Zeiss Jena, de Alemania. Pese a lo inédito del cartel, el partido fue emocionante y muy disputado. Los alemanes se adelantaron a menos de media hora de la conclusión gracias a un gol de Hoppe, pero el cuadro de la Unión Soviética daría la vuelta al marcador con los tantos de Gutsayev y Daraselia, este a solo cuatro minutos del final.
Abel Rojas 26 agosto, 2013
Tengo entendido que Vilariño guarda un gran recuerdo de aquel Dinamo.
Por cierto, lo digo a menudo: Kenny Daglish es una de mis cuentas pendientes con el fútbol antiguo. No sé cuándo me voy a poner al día. Ya se me ha pasado el verano.