[…] «Gol, gol, gol, golaaaaazo de Beñaaaaat. ¡¡¡Maravilloso derechazo conectado por el vasco que pone el 0-3 del Betis a la media hora de juego en esta primera jornada del campeonato nacional!!!»
– ¿Este chico era de la casa, no?
– Sí. No cuajó y fue dando tumbos por ahí. No pinta mal eh.
– A ver cómo le va, nunca se sabe… ¡Vaya diestra tiene!
Aquel día, Beñat Etxebarría y el Betis de Pepe Mel se pusieron las botas con tanta rapidez que poco importaba que los cordones estuvieran o no atados. No había tiempo para ello porque todo fue ritmo aquella tarde. Casi un año después, el ‘10’ de Pepe vuelve a casa y hay algo subliminalmente atractivo que nadie nos ha contado pero que parece cuadrar en este fichaje. Una especie de “ahora lo entiendo todo”.
Aunque el técnico verdiblanco pidió a Beñat cierto pressing y más manchas a sus mapas de calor durante la temporada pasada,Con Mel, Beñat terminó con un rol versatil el futbolista vizcaíno es, por naturaleza, un elemento de control. Siendo justos, Beñat es versátil, aparece en la media luna para probar suerte. ¿Qué media luna? Las dos. La recibía de Paulao y se la podía pasar con Castro. Siendo un poco menos justos, es decir, subjetivos (cada cual pensará distinto), el ya jugador del Athletic parece que ha aprendido a convivir con la virtud de cansarse, pero no es su estado natural.
La naturaleza de Beñat y Valverde buscará más reflexión.
La llegada de Ernesto Valverde y el consiguiente fichaje del futbolista por los bilbaínos parecen decirnos que no llegó 365 días antes porque BeñatBeñat pinta bien con Valverde no era 100% compatible con el libreto de Marcelo. Al argentino no le hubiera sobrado en su plantel pero que caiga ahora en manos del Txingurri resulta bastante más afinado. Seguramente por cuestión de tiempo. El Athletic del Loco era una sucesión de pases a contrarreloj, verticales y al espacio. A Valverde, y a Beñat, le gusta mirar a los costados, darse una pausa, reorientar la óptica y dar pases atrás. Un volver a empezar para ordenarse con la pelota.
En paralelo a su ideal en el banquillo, están los jugadores que rodearán al señor Etxebarría. Si en 2012 fue Llorente el que de una manera paradójica daba sentido a las ideas del rosarino, 2013 fue el de Ander Herrera. Los dos serán los grandes pilares del mediocampo. Ander con mejor técnica en corto y raso, Beñat con mayor rango y mejor desplazamiento; parecen apropiados para ser los interiores que manipulen un sistema de posesión. La clave estará en el reparto. Como Banega y Parejo, del nuevo míster dependerá adjudicar roles específicos para cada uno, seguramente complementarios y compartidos a los largo de la temporada.
También el 2013 fue el del crecimiento de Ibai en detrimento de Iker Muniain. El techo superior es con Íker pero Ibai suele dar mayor espacio al interior de su costado, algo que Beñat puede agradecer. Ander, Ibai, también Susaeta y De Marcos. Todos ellos aún siguen teniendo en las piernas y en la cabeza las reacciones que les inculcó el maestro argentino. Invertir esa tendencia que se asemejaba al perro de Pavlov, es cuestión de las nuevas caras que llegan en estos meses. Bajar un peldaño el ritmo y mirar antes de cruzar.
@SharkGutierrez 5 julio, 2013
Tengo la sensacion que el 4-3-3 escalonado -del que hablo en la conversación que tienen Arroyo y Marc- va a imperar esta temporada en el Athletic. No solo por los roles que ejerzan Beñat y Ander, sino sobre todo por Muniain y De Marcos. Quizás, es de este último, quien más dudas me genere, pero es un jugador que me gusta, porque rompe al espacio. Ibai hace lo mismo, de hecho le da mestros a Beñat y se ofrece. La duda será, quien cuadra mejor con Iker y con Aritz. ¿De Marcos, Susaeta, Ibai?
Sin duda, el Athletic será uno de los equipos que me llame más la atención; por rítmo, por planteamiento y por como se desenvuelve en las famosas cuatro fases de juego.