El menú era inmejorable: debut oficial de Guardiola, un clásico del fútbol alemán de los últimos tiempos y la revancha de la inolvidable final de Wembley. La Bundesliga es un producto divertido y su estreno esta campaña estaba claro que vendría con goles y espectáculo. No fue un partido de Champions ni nada parecido (esos tiempos muertos para beber agua…) así que las conclusiones han de aplazarse, pero sí es cierto que, entre gol y gol, fueron revelándose algunas pistas muy ricas de cara al futuro. Las vemos.
Sin Franck Ribery, lesionado, Pep metió mano al dibujo del Bayern. El de Santpedor sorprendió con un sistema complejo en el que Shaqiri actuó de falso punta, con Mandzukic tirado a la izquierda y Thomas Müller de interior derecho. Antes de que pudiésemos valorar el calado de la decisión, una jugada accidentada colocaba al Borussia con ventaja en el marcador. Ponerse perdiendo en el Signal Iduna Park es uno de los mayores infiernos que pueden vivirse actualmente en el continente. Como tengas que irte un poquito para arriba da igual lo bueno que seas, los de Klopp te pueden pintar la cara.
Pep Guardiola movió piezas en su debut oficial con el Bayern
En cualquier caso, el plan de Pep no terminó de salir. Tuvo cosas positivas, como la superioridad numérica que creaba Shaqiri entre líneas. El suizo se pegó a Kroos (interior izquierdo) para explotar la debilidad física de Sahin. A Nuri el estilo de juego del Dortmund le superaA Pep le quedó un poco cojo el planteamiento en todas las fases del juego, no puede sobrellevarlo. Ni en ataque ni en defensa. Todo lo que producía el Bayern nacía alrededor de su zona. Por otro lado, es muy posible que Pep buscara algo nuevo en sus mecanismos de banda. Recordemos que el Dortmund históricamente se ha caracterizado por amargar al Bayern con sus “triángulos defensivos” en las esquinas del campo. Con Mandzukic saliendo de ahí para irse al área y Alaba llegando desde atrás, todo en el sector izquierdo muniqués era movimiento y novedad (en la derecha, en cambio, estuvo el Robben más rutinario, nulo durante 45 minutos). Alguna peligrosa peinó el croata, así que el planteamiento de Pep, que no fue exitoso, tampoco estuvo mal tirado. El Bayern acumulaba posesión y robaba con frecuencia (enorme Thiago en el corte) pero faltaba algo de profundidad. Eso sí, cuando el Dortmund salía era con aroma de gol. Entre las certezas que deja esta Supercopa está que lo de Lewandowski es real. No fue un estado de forma pasajero. Ese polaco es así de bueno.
Consciente de que Robben había sido devorado por la pizarra de Klopp, Guardiola lo mandó a la izquierda en la segunda mitad. Como en sus tiempos del Chelsea, cuando se iba hacia el banderín de córner una y otra vez. Así, Mandzukic pasaba al puesto de 9 y Shaqiri a la derecha,Sahin fue el más flojo de los de Jurgen Klopp metiéndose al centro. Xherdan desapareció del partido como extremo pero al menos supo hacer hueco a las carreras de Lahm. El Bayern hacía ancho el campo de manera más natural. Un gran centro del capitán bávaro era rematado por Robben a la red. En este punto hay que detenerse y mirar a las filas borusser. La amplitud de los de Pep fue el castigo definitivo para un Sahin flojísimo en defensa. El ex del Madrid no sobrevive a la intensidad con balón que propone su equipo, pero es que tampoco cumple con el trabajo defensivo. Yendo a banda es lentillo y “deshace” los citados triángulos de presión. Estamos en julio y nadie va a tope –no es que Reus se matase ayudándole– pero no es casual que ambos goles (especialmente el primero) vinieran por su perfil. Mucho ha de mejorar Nuri para imponerse en este equipo. Su presencia convierte a Gundogan en un futbolista menos importante, casi de acciones sueltas. Y Gundo está para más. Para mucho más.
Pep recuperó a Robben colocándolo en la banda izquierda
Tras el gol del empate llegó el brutal auto-gol de Van Buyten, un lance que metía al partido en el terreno de la pretemporada y lo poco serio. El choque se desparramaba como más le gusta al Dortmund y hasta pudo acabar en goleada. Una genialidad de Gundogan ponía el 3-1 y evidenciaba que lo mejor de Thiago en defensa está en el achique. En su propio campo va a ser una debilidad. Compensó Robben con el 3-2, otra maniobra magnífica, al nivel de su emocionante segunda parte.
De ahí al final lo más interesante fue ver juntos a Thiago, Kroos y un Schweinsteiger que envió a Müller (pésimo como interior) a la derecha. Pep mantuvo a Thiago como pivote. El problema que tiene el mayor de los Alcántara en esa posición es que realmente no dirige. El actúa por impulsos. Como dispone de más espacios puede sacarse cualquier cosa (el pase a Müller fue un completo escándalo), pero no se comporta como un auténtico mediocentro. No juega pensando. Una pérdida suya cerró una Supercopa que confirma dos cosas: que Guardiola tiene curro por delante en su (necesaria) renovación del Bayern y que el Borussia sigue con nosotros. Son mejor equipo de lo que vimos ayer y mantienen el hambre intacta.
javi15195 28 julio, 2013
Veremos lo que depara el Bayern de Pep. La derrota le hará pensar en nuevos automatismos para el equipo y nuevas pruebas con sus jugadores. Los chicos de Klopp siguen a su royo : intensos en defensa y punzantes en ataque. Como comenté en tu anterior artículo@DavidLeonRon ("Deben seguir disfrutando"), la actuación de Gundogan en esa mediapunta me sigue replanteando su posición. Sin embargo creo que situándole ahí el Borussia pierde, y más viendo la situación de Sahin. Ha perdido peso en este equipo además del fútbol que enamoraba a los borusser hace 2 años. Creo que puliendo alguna acción aislada en el pase y sus lagunas defensivas, podemos hablar de Gundogan como un auténtico astro de talla mundial. Y en cuanto a lo de Lewandowski, no hay palabras. A parte de su olfato goleador, tengo grabado en la memoria el control de pecho que realiza en suspensión teniendo un central a su espalda. Lo de este chico y las recepciones de balón me sigue pareciendo brutal, a parte de sus otras grandes cualidades, claro.