David Villa es nuevo jugador del Atlético de Madrid y la senda continúa. Desde que el club del Manzanares juntase en la misma plantilla a Sergio Agüero y Fernando Torres, los del Vicente Calderón han disfrutado de un elenco de atacantes de primerísimo nivel, delanteros que en muchas ocasiones han estado por encima del propio proyecto. Torres cargó al hombro el peso de una sociedad histórica, Agüero coqueteó con la élite continental, Forlán fue rey del mundo en Sudáfrica y Falcao se puso la corona de los arietes. Todo bajo el manto de la elástica colchonera, un entorno parece que idílico para con los amantes del gol. Ahora llega Villa, una leyenda de nuestro fútbol apagada en los últimos tiempos, muy necesitada de algo tan potente como Diego Pablo Simeone.
Para descifrar qué quiere el Cholo de Villa, lo mejor es escuchar al propio entrenador: “Por las características de cómo jugamos nosotros necesitamos a un tipo de delantero que sea más rematador, de área, de lugar. Lo que más extrañaremos de Radamel (…)Villa no guarda relación con el juego del Tigre serán sus goles. Es muy difícil seguramente volver a repetir la cantidad de goles que hizo (…) pero podremos conseguir potenciar otras cosas que Radamel no tenía”. Claro está, Radamel han sido goles, muchos hasta en lenguaje cristianomessianico. Simeone sabe que sus cifras son irrepetibles así que apunta a encontrar en el sustituto del Tigre características diferentes, sin renunciar, claro está, a la amenaza anotadora. El increíble juego de espaldas de Falcao no puede ser reproducido por Villa. El Guaje nunca fue ese tipo de delantero y cada vez sufre más para conservar el balón lejos del área. Recientemente Simeone se mostró muy elogioso con el fútbol de Roberto Soldado, un nueve que comparte rasgos con Villa: ambos coquetean muy bien con la línea del fuera de juego (el fútbol “lento” y posicional del Barcelona nos ha hecho olvidar lo bueno que David llegó a ser al contragolpe) y tienen una presencia reducida en la elaboración. Polos opuestos al colombiano.
Radamel Falcao y David Villa son delanteros muy diferentes
Así pues, la forma de atacar del Atlético habrá de cambiar. Costa y Falcao han sido una pareja en el más amplio sentido de la palabra: se repartían apoyos y esfuerzos. A mitad de temporada, Simeone decidió que a Radamel había queDavid Villa va a exigir actividad detrás suya cuidarlo, por lo que Costa pasó a ocuparse de los movimientos más exigentes. A priori este rol se mantendrá. Al contraataque, los apoyos deberían correr en su mayoría a cargo de Diego Costa (sin olvidar el posible aporte de Leo Baptistao), siendo Villa el receptor final. Un poco como el 1-1 de la final de Copa pero al revés. La idea es que el internacional español esté fresco para el remate. No en vano, Villa siempre fue crack a la hora de ubicarse para chutar al contragolpe. Es difícil pronosticar el rendimiento futuro de Costa pero si repite lo exhibido este año (apoyos e incluso juego entre líneas), Villa lo agradecerá.
En cualquier caso, Simeone sabe perfectamente que Diego Costa no puede sostener por inspiración el inmenso talento de Falcao y lo que realmente debe tener en mente es un cambio de chip al fútbol del Atlético de Madrid. Con Villa no existe esa salida directa por sistema que permitía el colombiano, ni los apoyos ni toda la actividad de juego que generaba Radamel, incluso en sus etapas más bajas. Villa no está para eso. La insistencia en el fichaje de Diego Ribas (“lo quiero”, en palabras del Cholo) insinúa un intento de jugar unos metros más arriba, de forma más pausada y con más elementos interviniendo en la creación (ojo a la figura de Oliver Torres, a buen seguro más importante la próxima campaña). En el circuito de juego de Arda Turan y compañía, Villa rara vez entrará.
No hay secretos: Simeone quiere a Villa para intimidar en el área
Jugar en campo contrario llevaría a David Villa al área, justo lo que viene demandando Simeone, que insistió en no necesitar un punta de juego sino de remate. El fútbol lo pondrían otros. En los últimos metros, el Guaje lleva una doble lectura. Su merma de facultades físicas le hace perder demasiado a menudo en las pugnas –factible que mejore con continuidad–; por otro lado, en asociaciones muy cortas e intuitivas (un ejemplo) sigue siendo correcto. Villa necesita jugadas rápidas en la frontal y no pensar. Cargando la pierna, su tiro a las inmediaciones del poste siempre será diferente. La sensación es que Villa aterriza en un proyecto que busca un cambio y que a 9 de julio está en pleno proceso de construcción. Simeone sabe qué va a pedirle a su «9» y Villa le vale. El Cholo es listo y conoce lo que el asturiano puede (y no puede) hacer en 2013. A rematar, David.
@Cerdido_ 9 julio, 2013
-Villa por nombre si puede y debe ir en la senda de los grandes delanteros colchoneros antes que él, pero es otra cosa. Ellos "se hicieron" en el Atleti. El viene de todo, hasta físicamente.
-Como dices David, Villa no va a contribuir en la elaboración del juego porque no le da, y dudo mucho que pueda servir para el contragolpe. Lleva dos años seco, literalmente, en cuanto a físico y velocidad.
-Esto último nos hace pensar en que el Cholo va a acometer el gran cambio de su equipo: atacar en posicional, ser mandón. Porque si no Villa es muy dificil que le sirva.
-Esta reinvención puede afectar para bien en Juanfran y Filipe Luis que tendrán mas tiempo de integrarse en campo contrario acompañando y ampliando la jugada, pero faltan cosas por dentro.
-Diego, Oliver Torres, Leo Baptistao y probar una especie de 4-3-3… gente asociativa que empuje con el balón y cree.
-Fichaje que para que rinda supone muchos condicionantes y cambios. Puede hacerlo. Pero.