España ha empezado la ConfeCup en modo líder, gritando que quiere ganarla. Lo importante es eso, que esta historia le motive, porque el resto ya lo tiene. Empezando por un míster que por H o por B sólo es el de unos pocos pero que sigue bordándolo hasta a las 0:00. Con independencia y atino. Se anticipa a todo.
Del Bosque se ha plantado en Brasil con un problema a solucionar: su doble pivote se ha roto. Más allá de la calidad de la baja -a España le sobra categoría en su centro del campo-, lo relevante es lo táctico. El míster da un doble sentido a su núcleo favorito. Por supuesto, tener dos hombres compartiendo el ancho del mediocentro le hace sentirse protegido, pero más impera que su apuesta requiere de una seguridad absoluta en la circulación de balón y que la pareja Xabi-Busquets, con Xavi, le garantiza un margen de error mínimo aunque el rival tenga el físico de Francia y presione muy arriba. Por eso Martínez no le vale. El súper jugador del Bayern cumple el requisito uno, pero su técnica, sin ser mediocre, no sobresale, y sus principios asociativos, tampoco. Javitxu en permanente participación mini-rompería el discurso básico.
Entre méritos propios y demérito ajeno, anoche no hubo partido..
Vicente analizó bien el choqueEn la pesquisa de ajustes Vicente se topó con un grupo muy asequible (restan Tahití y Nigeria), y recordó lo que olvidó aposta para que nadie le hiciese dudar: contra rivales de poca creatividad, un pivote se basta. Asumida tal cosa tocaba estudiar la fase defensiva del maestro Tabárez y llenar el once español con los adecuados. Sobre todo había que intentar que el balón estuviese en el espacio con menos capacidad de salida de Uruguay. Es decir, el balón debía perderse ante celestes de escasa calidad, para que los numerosos españoles presionasen con rapidez y diesen ventaja a Busquets, Arbeloa y sus escobas.
Arbeloa y Busi frenaron todoAparentemente Tabárez quiso defender la medular con un mediocampo de cuatro hombres formando un rombo, con Ramírez en el primer vértice y el Ruso Pérez, que no es buen futbolista, en el de detrás. Sin pretender criticar la preparación táctica charrúa, Uruguay no esgrimió una sola conducta de juego que demostrase un trabajo específico previo. Cada vez que Xavi o Iniesta -inmenso, inmejorable, indefendible– caían al lado de Busi, bien el Cebolla bien Gargano salían con ellos, se comían la finta y mataban a su equipo. El pequeño que se quedaba arriba y los soberbios Pedro y Cesc tenían ventajas de todo tipo en el centro del ataque. Inclusive la numérica. Cuando perdían el balón, los rojos cercanos eran más que los celestes. Mordían y robaban. Fácilmente.
Pedro con libertad absoluta es una constante fuente de peligro.
Como la diferencia fue tal que hasta criticar a Lugano estaría fuera de lugar, y como que Fábregas se salga de rojo no es noticia, se precia terminar el artículo con una reflexión sobre Pedro Rodríguez, que libre como un pájaro rindió muy por encima de su versión azulgrana. El canario ha jugado 225 partidos en cuatro años y ha sufrido lesiones varias. Como es lógico, la frescura en el uno por uno no es la misma hoy que cuando debutó. Pero ahora es más sabio. ¿Marca ya más diferencias su lectura del juego entre líneas que su automático trabajo pegado a la cal? A Del Bosque le viene de cine este Pedro intelectual.
@SharkGutierrez 17 junio, 2013
Yo tengo que decir que, pese a que España jugó excelso con ese único pívote, también hay que decir que ese rombo estrecho de Uruguay concedió muchímas facilidades. El ruso Pérez es un jugador tan expeditivo, que a veces dudo que sea futbolista internacional con los charrúas. Porque una cosa es ser agresivo y otra cosa es él. Gargano de interior, no es apoyo, ni le permiten ocupar el espacio en paralelo (que es donde él se siente más protegido, mucho más que interior). De ahí que Busquets se sintiera cómodo, ante un rival que nunca plantó un "6" de desarrollo, molesto para Busquets. Uruguay solo tiene un plan y ese no pasa por crear, ni siquiera de usar el balón para ataques directos: solo contragolpear.
Una selección así de límitada (que se las vio y deseó para superar a Venezuela), es normal que España le domine de esa forma y con la misma contundencia. Una contundencia que se vio reducida en la segunda mitad, donde el equipo se mostró mucho más inconexo, impreciso y con menos intensidad que en la primera mitad.
Añadir a lo de Javi Martínez que esta temporada es un jugador de largo recorrido. Que divide atenciones por delante de balón y quizás por eso no pegara con Busquets. Aunque no dejaría de ser interesante de verle en un trivote de inicio. A mi Pedro nunca me ha parecido un encarador al uso, eso lo haría un extremo menos posicional y más clásico. Jamás, lo ví así. Siempre lo visto como un segundo delantero escorado a banda izquierda tirando diágonales, desmarques de ruptura. La suelta rápido, por tanto está más o menos en su papel. Destacar el modo "dios" de Cesc Fábregas jugando por detrás de Soldado.
Es lógico y obvio que si quiere mostar este nivel, España debe seguir haciéndolo así. Pero también es verdad que es un buen momento para darle algo más de "bola" a Mata, Cazorla o el propio Javi Martínez, para que tengan algo más de importancia en el equipo. Un poco de la profundidad de Monreal o Azpilicueta, tampoco puede hacer mucho daño ante una selección netamente inferior como Tahití.