Edinson Cavani llegó a la ConfeCup de Brasil como una de sus estrellas. Era justo. Es muy bueno y su 2012/13 fue excelente. Pero decepcionó. Tabárez le condenó a ello. Cavani tiene el problema de ser muy grande y marcar muchos goles; dos virtudes que instan a situarlo como delantero centro, una posición que le hace peor futbolista. Él es intensidad. Ni técnica ni lectura. Intensidad. Necesita espacios para correr, para que su fútbol consista en llegar a los sitios en vez de en habitarlos. Ayer jugó de anti-Marcelo a tiempo total. Es un buen rol para él. Por eso se salió del pellejo. Aunque cayese Uruguay.
Brasil no jugó bien, mas creyóCayó contra Brasil, que no estuvo bien pero estuvo. Ya está siempre, porque se ha definido. Scolari ha conseguido en unos meses lo que Menezes no pudo en unos años; que podamos definirla en pocas palabras: 4-2-3-1 de ida y vuelta sostenido por sus fuertes pivotes, que libera a Marcelo para que cree juego y que marca goles cuando la agarra Neymar. Anoche les salió mal casi todo. David Luiz cantó demasiado, Marcelo no estuvo nada bien y Neymar participó poco. Hasta Thiago Silva cometió un fallo muy gordo. Pero no perdieron la calma porque su claridad les despeja de dudas. Brasil siempre sabe cuál es su siguiente paso. Es su virtud.
El rol defensivo de Marcelo es el gran misterio de Scolari.
Tampoco es que sea perfecta. De hecho, la clave táctica es Marcelo y para el espectador es muy difícil identificar qué pretende Scolari con él. Es posible que solo lo sepan sus compañeros; que lo aceptan y creen. En la 2010/11 vimos como su club le dio permiso para no bajar en los contraataques. Hizo ajustes y le ahorró ese esfuerzo; en transición defensiva era más un medio que un defensa. Pero en Brasil, sin balón, Marcelo no hace nada. No tiene función. O tiene una casi invisible. En apariencia es como Messi; se pone a descansar cuando su equipo no la tiene. Choca en un teórico lateral. Y no le está yendo bien la idea. Al final no se concentra ni abajo ni arriba. El fútbol no da hora para darle al ON o al OFF. Menos aún a alguien tan despistado como él.
Para alivio de Scolari, el anti-Marcelo perfecto, el que le defiende y ¿le? ataca de muerte, no le eliminó.
Parece que la Uruguay de los Diegos se acaba poco a poco. Ayer, con Lugano jugando como cuando era buenísimo. Y con Forlán, el Rey del Mundial, liberando al gran cautivo: Julio César.
@marcel99710 27 junio, 2013
No sé si haya una rivalidad más mística que ésta en el fútbol. El pánico que le genera Uruguay a Brasil es algo único en este deporte. Tanto así que Scolari por más que quisiese meter a Lucas, le tocó meter a Bernard (dicho sea de paso, me parece desmedido que el Borussia ofrezca 12 M€ por él) porque el silencio en el Mineirão era sepultador. Si Uruguay no está dentro de 1 año, esto se desinfla mucho.
P.D: Qué copa más decepcionante de Oscar…