En el verano de 1997 Milan dio la bienvenida a Ronaldo y Patrick Kluivert. Si Moratti y Berlusconi fichasen hoy a Messi y Neymar el shock deportivo sería más o menos similar; eran el Dios y la promesa más atractiva del mercado. En lo mediático, al contrario de lo que pasaría hoy, aquéllo pareció normal; el Calcio era un campeonato históricamente superior. Uno de sus picos fue la campaña 2000/01, en la que reunió seis plantillas dignas de jugar los miércoles de abril:
– La Juventus de Van der Sar, Montero, Zidane y Del Piero.
– El Inter de Córdoba, Zanetti, Pirlo, Seedorf y Vieri -y Ronaldo-.
– La Lazio de Nesta, Simeone, Nedved, Verón y Salas.
– La Roma de Samuel, Cafú, Totti y Batistuta.
– El Milan de Maldini, Redondo, Boban y Shevchenko.
– Y el Parma de Buffon, Cannavaro y Thuram.
Ninguna de las escuadras fue muy optimizada, excepción hecha de la capitalina, que levantó el Scudetto a las órdenes de Fabio Capello. Lo más relevante por negativo acaeció en Turín. La generación Trifinalista de la Champions evidenció signos de claro agotamiento. Y la Juventus, a final de temporada, vendió a Zinedine Zidane.
La suma cobrada por Zidane dio para Buffon, Thuram y Nedved.
Buffon fue tan líbero que fue clave tácticaGianluigi Buffon (23 años) es una de las contrataciones más importantes que jamás hizo la Vecchia Signora. Líder de gran carisma, representó a la Juventus en el Mundial que Italia ganó en Berlín y en la oscura Serie B, en 2007. En lo estrictamente futbolístico, quizás hablemos del portero perfecto. Felino bajo palos, soberbio ante centros laterales, dominador de la estrategia y con un sentido táctico de líbero ochentero. De hecho, Buffon es lo más parecido a Gaetano Scirea que ha vestido la bianconera. Ese talento de puro jugador resultó clave en el posterior sistema de Capello, basado en una presión a toda cancha que ahogaba a los espesos y lentos equipos del Calcio. Buffon jugaba.
El nivel físico de Thuram era casi excesivoLilian Thuram (29 años) fue lo que el propio Fabio, Schuster, Mourinho y Luis Aragonés intuyeron en Sergio Ramos, un lateral derecho sistémico. Subía la banda con puntualidad, para atacar huecos en vez de contrarios, sabía ponerla y hasta tenía esa habilidad en el área rival que, curiosamente, tienen los centrales de más nivel. Es como si conociesen tanto qué piensa lo que les rodea que tienen una ventaja colosal, se tranquilizan y definen. Ese conocimiento era al fin y al cabo, por encima de su físico del siglo XXII, la base de su fútbol. Thuram se metía dentro para saltar, cerraba para que Ferrara saliese, presionaba en cualquier parte y era insuperable en el 1 x 1. El defensa.
Pavel Nedved fue todo un Balón de Oro con plena justicia.
Nedved (29 años) ganó el Balón de Oro en su segundo año en Turín y a nadie le pareció un escándalo. La Juventus había eliminado al Madrid más Galáctico, que era algo que no se concebía, y había ganado el duro Scudetto; mientras que la República Checa se erigía, sí, como la segunda favorita en las apuestas de cara a la Eurocopa de Portugal. Es difícil encontrar un jugador actual que se le parezca. Llegado un momento podía jugar de Khedira, pero también de Ribéry o Gerrard. Y no era nada de eso. Era un interior izquierdo ultra móvil que halló en la Juventus su sistema ideal: un 4-4-2 en línea con Camoranesi abriendo por derecha y él, desde la otra, entrando hacia dentro. Su energía, su dominio del espacio y la clase que ganó con la edad -se refinó mucho- acompañaron su demoledor golpeo con ambos pies. Nedved mataba. El bianconero de corazón siente que tiene tres Copas de Europa: la de Platini, la de Del Piero y la de Nedved, aunque la guarde el AC Milan.
Pese a todo, ¿ganó o perdió la Juventus con los cambios?
Visto así, y considerando que aquel proyecto levantó 4 Ligas en 5 años, cabría tildar el Zidane x «Buffon + Thuram + Nedved» de éxito rotundo; y eso que Marcelo Salas, fichado para sustituir a Inzaghi, no triunfó en Delle Alpi. Pero ocurre una cosa: desde la salida del famoso número 21 la Juventus nunca volvió a ser el mejor equipo del mundo. Ni siquiera en aquella 2002/03 triunfal, pues, pese a la rotundidad de la vuelta contra el Madrid, necesitó una ida afortunada, un histórico fallo de Figo en la vuelta y las lesiones de Raúl y Ronaldo para pasar ronda. No era mejor, ni mucho menos. Sí lo fue con Zidane, o con aquel Del Piero de 20-24 años que juntaba su talento con un cuerpo de bambino sin apenas horas de gimnasio. La jugada imposible es lo que deshace la igualdad. La Juventus de Conte ha conquistado su segunda Seria A consecutiva, pero para aspirar a Europa… Platini, Laudrup, Roberto Baggio, Alessandro, Zinedine. Es uno así. Si pudiese lo cambiaría por tres de los otros, de los mortales. Es el valor de un verdadero genio.
Monopandillero 7 mayo, 2013
Tengo grandes recuerdos de aquella Lazio que jugó vs Madrid en el 2001. El partido en el Olímpico quedó grabado con sangre en mi recuerdo por alguna razón, quizá porque sirvió de promo un tiempo para ESPN.
Por otro lado, yo pagaba por que Kun terminará en Turín. No sé si es una posibilidadad realista pero imagino lo que ganarían ambas partes y me sale una sonrisa.