Por más genio que fuese, resulta improbable que Federico García Lorca albergara en su subconsciente resquicio alguno para la historia de Thiago Alcántara. Las inspiraciones que movieron sus obras discurrían por senderos muy alejados del deporte. Tampoco creemos que fuese nada relacionado con un balón lo que animó a Camarón de la Isla a romper las barreras de la clandestinidad, cantando como nadie las letras de su paisano andaluz. Su voz de cuchillo hizo sonoro un pasaje del poeta granadino conocido como “La Leyenda del Tiempo”. En sus misteriosos versos se esconde sin quererlo el padecer de un Thiago que anhela ser leyenda mientras sufre el paso del tiempo.
“El sueño va sobre el tiempo flotando como un velero. Nadie puede abrir semillas en el corazón del sueño”. Para Thiago, la pelota siempre fue una ilusión. El niño que creció viendo a Ronaldinho no fantaseabaHace ya cuatro años que Thiago llegó a Primera con su magia, pues sabía que llevaba dentro cada filigrana que pudiera existir. En su mente no había espacio para ídolos ni distracciones: su sueño era él mismo. Poco tiempo tuvo que esperar, pues días después de cumplir los dieciocho, Thiago ya había debutado en el primer equipo. Meses después anotaría el primer gol y todo parecía listo para llegar a buen puerto. Pero el mar es traicionero y encierra problemas que Thiago todavía no aprendió a solucionar. Nadie, ni Tito ni Pep, supo hacer germinar ese sueño que es el fútbol del mayor de los Alcántara. Mientras, el tiempo pasa.
“Sobre la misma columna, abrazados sueño y tiempo, cruza el gemido del niño, la lengua rota del viejo”. Si Leo Messi ha sido el metal, la navaja lorquiana que ejecuta a traición, Xavi Hernández fue el arquitecto. Sus construcciones fueron las más firmes y seguras que hollaron los campos de fútbol; una manera de hacer que perdurará mucho tiempo y será exigida al reemplazo. Thiago también es arquitecto. Su sueño es construir como Xavi pero sus edificios se sostienen con cimientos de papel. Aun lejos del esplendor de antaño, el viejo manda, el niño calla.
Thiago Alcántara nunca tendrá la seguridad de Xavi Hernández
“Y si el sueño finge muros en la llanura del tiempo, el tiempo le hace creer que nace en aquel momento”. Aunque aún no cumplió los 22, la sensación de estancamiento aflora en la selva de impaciencia que es el fútbol. Thiago no está preparado para asumir su destino pero el tiempo deteriora sin remedio a Xavi; todos aguardan al chico y este no comparece. Entorno, club y jugador habrían de mirar hacia Iniesta como el ejemplo ideal: al igual que Thiago, Andrés debutó con 18 años. Con 21 fue importante. Con 22, relevante y con 24, estrella.
En la Avenida de la Constitución de Granada, una estatua inmortaliza a Federico. Sentado en un banco y con un libro en la mano, parece tranquilo, ubicado en su mundo; nada que ver con la estampa de Thiago en los infiernos del banquillo del Camp Nou, ese que algún día le conducirá a la cólera. “La Leyenda del Tiempo” es un fragmento de la obra “Así que pasen cinco años”. Desconocemos si el título es profecía o petición: con estos genios nunca se sabe.
Abel Rojas 23 febrero, 2013
Tenías ganas de hacer algo parecido, ¿eh?
Mi impresión: el Barcelona no cree en Thiago como tal. La relación de Thiago con el Barcelona es la de la chica que ve algo en el chico pero, en realidad, quiere cambiarlo por completo. De hobbies, de profesión, de peinado, de ropa e incluso de amistades.
Thiago Alcántara es un manjar técnico. Un tipo con unas posibilidades en la base de la jugada que hacen flipar. Que Xavi no tiene ni tuvo, de hecho. Pero en concepto, no tiene nada que ver con lo que el Barça lleva desarrollando 20 años. El Thiago más feliz fue el del riesgo, el del peligro rápido, el que no tenía que tener miedo a perder el balón, que para mí es la clave de todo.
Thiago Alcántara nació para perder la pelota; para pagar el peaje de la discontinuidad, a cambio de masacrar sistemas rivales.
Ni siquiera en los dos últimos años el Barça le ha dejado mostrarse así. ¿Puede cambiar Thiago y automatizar el "no perder el balón"? Pues quizás sí. Condiciones tiene y llevan trabajándolo mucho tiempo para que así sea. Pero Thiago está incomodísimo. Y eso que se le ve un tipo muy inteligente y seguro que entiende por qué le piden las cosas.