La Copa vive. La fórmula es antigua y su tradición ha sido tan ignorada que hoy casi parece un torneo impersonal, como sin historia, pero la juegan los equipos de la Liga BBVA y la Liga Adelante. En cuanto a fútbol no se puede ir más allá. El excitante Celta de Vigo de Paco Herrera lo volvió a demostrar anoche en Balaídos, superando al Real Madrid durante más de la mitad del encuentro. La valoración no pasa hoy el filtro de las plantillas ni de los presupuestos. No es relativa, es absoluta: 14 tíos contra 14 tíos y un técnico contra otro. Los vestidos de celeste fueron, simplemente, los mejores en esta ida de los Octavos. Capitaneándolos, cuatro gallegos y un danés.
Paco Herrera, al que cuesta encontrarle la huella de sus dos años con Rafa Benítez, identificó dos puntos débiles en el sistema del Madrid:Krohn-Dehli fue el jugador más importante del Celta anoche Arbeloa en salida y Varane en general. Lo que decidió fue atacarlos, con y sin balón. El primer punto fue el más obvio, porque lo llevó Krohn-Dehli, que estuvo espectacular. El Celta perdió el domingo en San Mamés pero se llevó algo nuevo del danés: juego por detrás del balón. Lo bordó a la izquierda de Borja. Entre que Varane no se enteró del tema, que el reaparecido Essien no llegaba a la pelota y que Di María volvió a fallar, Krohn-Dehli protegió el balón en ese flanco y fue el asiento sobre el que se organizó el Celta. A partir de él, Lago doblando, Oubiña como apoyo para pivotar, Mallo rompiendo por el otro lado y Aspas castigando los lentos trayectos de Essien. El Madrid no encontró solución contra estos cinco futbolistas.
Mourinho inició el 2º tiempo con un 4-3-1-2 anti-Krohn-Dehli.
Entró Özil por Di María y el 4-2-3-1 se convirtió en 4-3-1-2, con Modric y Essien de interiores. Al jugar con tres en medio, los trayectos hacia banda se recortaban, y así quiso Mourinho activar defensivamente su sector derecho, pero el balón parado y el mal hacer de Varane como lateral seguían tiñendo de amenaza cada posesión local. Llegó el 1-0, que hacía justicia. Y que cambiaba el partido.
Antes de pasar al periodo de dominio merengue hay que pararse en su defensa del balón parado. Si el principal punto débil ahí es Iker, ¿por qué persistió sin él? Es que… ¿cómo no? Casillas no es responsable directo de cada tanto recibido por el Madrid así, en cada gol falla uno distinto. Lo que siempre es Iker es el responsable indirecto, porque sus debilidades (miedo al contacto y todo lo que conlleva) obligan al Madrid a defender de una forma desventajosa, sobrecargando el área chica con un número de jugadores desproporcionado, debido a que el Real es el único equipo al que le lanzan el córner hacia el corazón del área pequeña. La exigencia es enorme; los fallos se van sucediendo y alimentan una desconfianza que llama a nuevos errores. Lógicamente, sin Iker el Madrid conserva esa forma de defender. No va a desarrollar una estrategia distinta para los cinco o seis días en los que esté Adán.
Modric, Özil y Kaká dieron lustre a la exhibición de Ronaldo.
Regresemos. El 1-0 decantó Balaídos hacia la portería del inspirado Sergio. Era lo peor que le podía pasar, pues tenía remedioLas lesiones de sus delanteros forzaron una solución poco «mourinhista» contra la salida del Madrid de Varane y Arbeloa como «2» y «3» pero no contra un ataque organizado del Real en campo contrario. Pese a la poca profundidad por fuera, sólo Ronaldo la ofrecía y entonces no había rematador, la técnica de Alonso, Modric, Özil y Kaká (vuelta al 4-2-3-1) dio el dominio a los blancos. Crearon ocasiones incluso para empatar. Desde luego, más y mejores que cuando Mourinho dispone de toda su artillería y la pone junta para tocar la trompeta. Si total, para finalizarlo todo con Ronaldo basta. Lo del portugués, otra vez, fue impresionante, técnica y futbolísticamente. El virtuosismo le acompaña cada vez que su rival le regala la salida por fuera. Eso activa regate, su confianza sube (más aún) y resulta imparable. Abrió la eliminatoria de par en par.
Hasta en su peor día el Real Madrid muestra cosas de grande.
El párrafo anterior duró media horilla. Poco tiempo para quien aspira a ser el número uno mundial, y con un mérito algo sesgado, porque el Celta fue víctima de su gol. Sin embargo, incluso en sus peores días, es imposible no ver cosas importantes en favor del Real Madrid. No es lógico, por ejemplo, que tras recibir el 2-0 (injusto, tras un error propio y que le sacaba de la Copa), y estando con 10, sea capaz de atacar con la intensidad que lo hizo concediendo solo un contraataque en 30 minutos contra la fuerte transición ofensiva celtiña. El Real no es un equipo en descomposición, pese a sus malos números. Tiene juego y sistema, y por eso siempre está. Lo que ocurre es que está, pero mal. Ayer, en general, peor que un Celta que juega estupendamente y que merece vivir el Bernabéu con el pase a tiro. Será bonito.
Abel Rojas 13 diciembre, 2012
Jamás hubiese dicho que Krohn-Dehli tuviese ese juego por detrás del balón. Tremendo desde la diagonal dentro-fuera, y no para desbordar, sino para controlar partiendo de al lado de Oubiña. Muy sorprendido. Cuando juega abierto no es que sea precisamente Willian…