Alfredo Di Stefano, el Real Madrid y la Copa de Europa tuvieron la suerte de cruzar sus caminos en el momento oportuno. El máximo torneo continental arrancaría en 1956, para gloria de todos. El histórico conjunto blanco, liderado por el mejor jugador de la década de los 50, la Saeta Rubia, se impuso en las cuatro primeras ediciones de la competición. Sin embargo, eso no fue suficiente para el campeón español, que iba a dejar lo mejor para la edición de 1960. En la final se enfrentaban Real Madrid y Eintracht de Frankfurt. El resultado fue concluyente: 7-3, con 4 goles de Puskas y 3 de Di Stefano. El partido ha sido considerado por muchos especialistas como la mejor final de la historia.
Manchester United y Benfica alcanzaban la 13ª final de la Copa de Europa, que tendría lugar en el mítico estadio de Wembley ante cien mil espectadores. La década de los 60 había sido más que prolífica para el club portugués, campeón en 1961 y 1962 y subcampeón en 1963 y 1965, de la mano de su gran crack, Eusebio. Para el United, era su momento. Los de Old Trafford disponían de la principal estrella inglesa, Bobby Charlton, y de la sensación del momento, el norirlandés George Best, uno de los más virtuosos regateadores que dio el fútbol. Los 90 minutos reglamentarios terminaron con empate a 1, pero dos goles en apenas un minuto rompían la igualdad, para que Charlton cerrase posteriormente con el definitivo 4-1.
Abel Rojas 5 noviembre, 2012
He visto los dos partidos completos, por suerte. En la final del 60, para mí los jugadores del partidos fueron Gento y Del Sol. Son los dos que más impactan. Di Stefano y Puskas estaban bastante cascados, y eso que metieron 7 goles y seguramente durante 2 años más siguieron siendo los reyes de Europa, pero los otros impactan más en ese partido. Gento asombra por su terrorífica velocidad en control del balón. El andaluz porque pasó a la historia como un jugador físico -el 7 pulmones- y jugaba como Iniesta. Pura clase, pura sutileza y pura magia con el balón en los pies.
En cuanto al Manchester, seamos claros, Best se come a Charlton de cara al espectador. De Bobby se dijo que era el Di Stefano europeo en el sentido de que mandaba y tenía influencia en las dos áreas, pero para mí iba un poco corto de virtuosismo. Es que no tenía, vamos. Sinceramente, y por lo que le he visto, no me atrevería a decir que fuese más de lo que luego fue Gerrard.
Best… Best es uno de los jugadores favoritos de todos los que le hemos visto más de 5 partidos, simplemente. Y sí, uno de los mejores regateadores de la historia, sí; pero mucho más que un regateador.