Borja me recuerda a Mesut. Mesut, no me apedreéis todavía, es el dueño de un restaurante turco que lleva cinco años en la esquina de mi calle. «Otro kebab», pensé yo, tan válido y socorrido en las vueltas al hogar con el incipiente sol de compañero. Pues no. A día de hoy es un fino punto de encuentro culinario, el local se ha ampliado y hasta una señorita te reserva mesa. Resulta que Mesut empezó a salir con Sara, la chica de la papelería de enfrente, y después de eso todo el barrio se enteró de que Mesut había sido chef en un importante restaurante de Estambul. Nadie lo sabe y yo no lo niego, pero Mesut y su gente cocinan mejor ahora que hace cinco años. Eso seguro.
En el boca a boca y pruebo porque me toca, Mesut descubrió que sus berenjenas rellenas, sus calabacines con arroz y carne de cordero, o su sopa fría de pepino con yogur eran de categoría. Mi barrio quería comer bien, a Mesut le dieron el delantal y él decidió honrarlo. El Calcio está triste, quiere comer bien y le han contado que un chico de la cantera del Madrid pone los mejores platos. El chico de la cantera del Madrid ha decidido honrar el delantal y ponerse manos a la obra. Borja lo tiene todo, como Mesut. Un entrenador y una afición que le quiere, y unos rivales y opinión que le respetan. Mesut, por cierto, en turco, significa feliz. Definitivamente sí, Mesut me recuerda a Borja.
@SharkGutierrez 16 noviembre, 2012
Cuando a Borja Valero le llegó la noticia de que el entrenador que le quería era Montella, estoy seguro que se puso muy "Mesut". Su arranque de temporada, ha sido bastante bueno, con algunos pequeños picos de rendimiento. No obstante, la Fiore se lo ha montado bien. Tiene una estructura definida, un equipo que es compensado.
Se ha apuntado a la moda 3+2 desde atrás y junto a Pizarro (y generalmente Rómulo) el equipo es ancho a la par que deja poco espacios entre sus tres centrales y el chileno. Borja se siente protagonista, Rómulo se lanza "cuál Khedira" omnipresente al ataque y sabe que Pasquale le apoya a un lado. También si se va al otro lado, a la banda de su pierna natural, sacude con fuerza el manzano y le hace ser más futbolista gracias al gran momento de forma de Cuadrado.
Siendo interior, Borja está más despejado de las funciones defensivas, pero ojo…no omite nada de trabajo si tiene que hacerlo. Necesitaba sentirse cómodo, volver a ser él. Tener esa libertad creativa y ese apoyo entre líneas internas de Jovetic-Rómulo como por líneas exteriores. A todo esto, con Pizarro contemporizando teniendo base de la jugada. De ahí que el techo de esta Fiore dependa en gran medida también el de estado de Borja Valero como de su delantera.
A la Fiore solo le falta algo más de pegada. El Hamdaoui está volviendo y Toni es un resuelve urgencias que si tiene el día, mete lo que le cae en el área. A buen seguro que a balón parado y de jugada, Montella volverá a poner a la Fiore en Europa. Devolverle una identidad y un orgullo que parecían extraviados estos últimos años.