Además del último gol de Raúl y el cuarto entorchado del FC Barcelona, la Champions League 2010/2011 nos dejó la irrupción de un atractivo equipo del Este que jugaba a ritmo de samba. Era la primera gran actuación del Shakhtar Donetsk en la máxima competición europea, pero el ambicioso proyecto de Rinat Ajmétov ya contaba en sus vitrinas con la UEFA de 2009 y dominaba en Ucrania. Con un gran empate en Turín ante la Juventus y una racha de 20 victorias consecutivas en su país, el conjunto que dirige Mircea Lucescu vuelve a ser uno de los equipos de moda en Europa. Para analizar su situación conversamos con uno de los grandes expertos en fútbol ex-soviético, Savicevic (Davai Davai).
– El Shakhtar Donetsk se funda en 1936. Bajo el sistema soviético acumuló éxitos puntuales, pero no fue hasta 2004 cuando comienza a formar parte de la verdadera élite del fútbol de Europa del Este. Desde entonces son 6 Ligas, 4 Copas, 4 Supercopas y una Copa de la UEFA en 2009 los trofeos que adornan sus vitrinas. En 2004, lo que sucedió, es que llegó Mircea Lucescu.
Sí, tiene que ver con el S.XXI. Es un equipo postmoderno en ese sentido. A partir de la llegada de Rinat Ajmétov, el propietario, que piensa un proyecto a largo plazo y que ha sido coherente porque ha mantenido a Mircea Lucescu desde 2004. Esa continuidad es clave para que el Shakhtar haya evolucionado y pueda haber conjuntado a un grupo de jugadores con mucha calidad técnica que ahora está impresionando en Europa.
– Claro, porque todo este proyecto no sería ni remotamente posible sin Rinat Ajmétov. Magnate, miembro amigo del Partido de Yanukovych y presidente del Shakhtar desde 1996 con una gestión, como comentas, muy inteligente. ¿Hasta que punto él toma las decisiones?
Él ha declarado que no se inmiscuye en la parcela deportiva, el Shakhtar tiene un director deportivo que se llama Sergei Palkin y él trabaja para Mircea Lucescu. Es un poco la idea del Barcelona de Guardiola: Lucescu es el que toma las decisiones y en ese sentido hay una unión con lo que se hace en los despachos y el equipo. Esto es importante para que el Shakhtar Donetsk funcione. Rinat Ajmétov se dedica exclusivamente a presidir al equipo y a ser parte de una institución que triunfa. Vincula su imagen al triunfo, pero él no lo gestiona. Es consciente de que no sabe hacerlo y deja a los especialistas su parcela. Esto es algo habitual, es una norma, en oligarcas de Europa del Este.
– Tardó 6 años en ganar su primera Liga. Lo hizo, en parte, gracias a uno de las claves de su dirección deportiva: la aportación brasileña. De hecho, quizás, es lo más llamativo. En ese 2002 llegó el primero, Brandao, y hoy ya son 8 brasileños los que están en plantilla. Son fichados jóvenes, no excesivamente caros (Willian por 14M y Nery Castillo por 15M) y su aportación termina siendo determinante. La política de fichajes, Savicevic, parece coherente y correcta.
Sí, hay que entender que es una política forzada. Es decir, a finales de los 90 el Dinamo de Kiev domina el fútbol ucraniano, el mercado ucraniano y para crecer el Shakhtar tiene que fichar en el extranjero. Como todavía ocurre ahora, les es más fácil contratar jugadores del mercado sudamericano, brasileño básicamente, que de Europa Occidental. Ellos dentro de esa política además han fichado jugadores jóvenes a los que han desarrollado. Quizás el detalle más importante es que les han dado continuidad y han evolucionado un grupo en lugar de contratar a jugadores hechos, que también podrían ficharlos porque tienen muchísimo dinero. Ha sido una necesidad fichar en el mercado latino en lugar de Europa Occidental. Entonces tiene que ver con una realidad, con la estructura del fútbol actual. De hecho, en Ucrania los otros dos proyectos que también quieren crecer en el escenario ucraniano y europeo, que son el Dnipro de Dnipropetrovsk y el Metalist Kharkiv, también siguen la misma pauta fichando a jugadores de Sudamérica y encomendándose a entrenadores capacitados en el largo plazo.
– Es una obligación y deportivamente es todo un éxito, pero al final este hecho tiene que tener un calado social e identitario bastante fuerte. Si vemos el prototipo de once titular podemos decir que hay cuatro brasileños, tres ucranios, un croata, un rumano, un checo y un armenio. ¿Qué opina la afición y el entorno de todo esto? ¿Se sienten identificados?
Hace un par de años salió un documental llamado «The other Chelsea: a story from Donetsk» y precisamente lo que reflejaba esa película era la diferencia entre la realidad social, el aficionado común de toda la vida del Shakhtar, con la realidad de un equipo desnaturalizado y prácticamente importado en su totalidad. El Shakhtar aún no tiene un arraigo popular fuerte, ni siquiera llena su estadio en partidos regulares, apenas consigue la mitad del aforo, y eso es algo que es muy evidente. La identidad se ha perdido con respecto al Shakhtar Donestk originario, minero y que era representativo de una ciudad. Ahora es un equipo que triunfa, pero es un equipo que no la representa tanto. Ellos también están desarrollando las categorías inferiores, es algo que llevan haciendo tiempo, de hecho la mayor parte de la defensa de la selección ucraniana la componen jugadores del Shakhtar Donetsk. La identidad brasileña es atractiva para el espectador neutral pero es un tanto fría, un tanto distante, para el seguidor local.
– Y eso que con estas 20 victorias consecutivas que llevan en Ucrania hay más motivos aún para acudir al Donbass Arena. Además, sus dos primeros partidos en la Champions League se han llevado muy buenas críticas. Ya entrando en el tema futbolístico, a bote pronto, ¿cómo definirias de forma general este Shakhtar Donetsk 2012/2013?
Es un equipo rápido, es un equipo combinativo, conjuntado. Un equipo que se basa en los llegadores, en la técnica, pero también en la buena lectura del juego y eso es una señal de identidad del Shakhtar de Mircea Lucescu. Todos los jugadores saben encontrar al compañero y los espacios para actuar en conjunto. Realmente, salvo Mkhitaryan que este año está siendo el jugador destacado estadísticamente, siempre ha sido un equipo muy colectivo en el que la calidad individual está subordinada al sistema. Evidentemente para el espectador occidental es un equipo muy atractivo por la calidad de los brasileños y la propuesta de un ritmo alto, ir de cara siempre a buscar al rival y de tratar de ganar haciendo más goles que el adversario.
– La mayoría conocimos de verdad, en profundidad, al conjunto de Lucescu en aquella Champions League 2010/2011 en la que se cruzó ante el Fútbol Club Barcelona en cuartos de final tras eliminar a la Roma. Usando como referencia de referencia ese Shakhtar de hace dos años para dibujar al actual, podemos decir que era un equipo que jugaba muy bien, con un fútbol ofensivo que proyectaba muchos jugadores en ataque y donde, quizás, la línea de trecuartistas era la que marcaba las diferencias. Desde entonces, en esa línea de tres que esta trás Luiz Adriano han habido dos cambios y un matiz. El más llamativo es el de la mediapunta: Jadson se fue al Sao Paulo y Mkhitaryan ocupó su lugar. Lo que más llama la atención es que el jugador armenio que nosotros descubrimos, al que conocimos y que ya nos gustó de hecho, jugaba entonces en la base, acompañaba a Hübschman o Gay, pero su posición ahora se ha adelantado y, encima, se ha destapado como un grandísimo goleador. ¡Son 16 goles y 5 asistencias en 13 partidos! Todos nos lo preguntamos: ¿qué ha pasado con Mkhitaryan?
Él era un jugador que se caracterizaba por el despliegue físico y el trabajo. Un jugador que replegaba muy bien, que apoyaba siempre a la zona débil y que se incorporaba puntualmente al ataque, dos o tres acciones por partido, además no tenía una efectividad alta. Él ha comentado que ha trabajado específicamente en este verano, toda vez que se ha ido Jadson, Lucescu le ha probado ahí y la consecuencia es doblemente positiva para el Shakhtar. Mkhitaryan se está revelando como un llegador en el juego abierto, en el contragolpe, aprovechando muy bien los espacios para sorprender y definir, y también en el juego estático se sitúa a la altura de los centrales del equipo rival haciendo de segundo delantero. Además, en defensa es un jugador que trabaja muchísimo, tiene un recorrido muy grande y su presencia en la mediapunta da más capacidad de trabajo que antes no tenía con Jadson.
– Te leía que también una de las diferencias es que el armenio es más vertical y con un juego «más simple», entre comillas, ¿no?.
Es un jugador que combina de una manera distinta, más vertical y más simplificada, y eso define al Shakhtar Donetsk. Cuando estaba Jadson hacía muchas veces ataques posicionales largos, buscándole a él siempre en el centro para bascular, pero con Mkhitaryan se simplifica y el Shakhtar es básicamente un equipo más directo… y también más efectivo.
– El verdadero puñal de aquel Shakhtar de Jadson era el costado derecho. Confluían el poderoso recorrido de Srna y, sobre todo, lo que más nos gustó en «Ecos del Balón», la delicada zurda de Douglas Costa. Él era el jugador diferencial. Tenía 20 años, despertó elogios de todo el mundo, parecía que incluso Ucrania se le iba a quedar pequeña y ahora nos encontramos que el puesto de titular se lo reparten Alex Teixeira e Ilsinho.
Douglas Costa es un jugador que la temporada pasada bajó el rendimiento y salió del once inicial del Shakhtar, a pesar de eso tiene un carácter humilde y todavía conserva un cartel importante en Europa Occidental. Es un chico que tiene muchas cualidades, sobre todo en la técnica individual, pero tiene que progresar en la regularidad y en el trabajo colectivo. En ese sentido todavía es un jugador joven y hay que darle tiempo, de todos modos es cierto que él se ha estancado y ahora mismo el retorno de Ilsinho le ha dejado con muy pocos minutos en la rotación del Shakhtar.
– ¿Qué aportan estos jugadores que le está faltando a Douglas Costa? ¿Trabajo, solidez, continuidad?
Personalidad, trabajo, continuidad… exacto. A Douglas Costa le falta carácter y eso es algo que a Ilsinho, de alguna manera, le sobra. También Alex Teixeira es un jugador que ofrece más recursos porque, sin tener ese uno contra uno, es capaz de ser más dinámico y de apoyar más en la circulación del balón, por ejemplo. Son opciones que tiene Lucescu. De todos modos no nos debe sorprender si Douglas Costa reaparece y nos encontramos la versión que vimos en la temporada 2010/2011.
– El matiz que citaba al comienzo es que si a Mkhitaryan lo conocimos como un jugador de base, a Willian lo hicimos como un extremo abierto, muy sacrificado, poderoso en las transiciones pero también, porque no decirlo, claramente menos especial que Douglas Costa. Sin embargo, ahora su posición es más interior, ha ganado mucho peso en el equipo y ya se está hablando de muchos equipos punteros de Europa Occidental que están tras de él. ¿Se puede decir que es el gran foco de atención?
Sí. Siempre las virtudes intangibles o colectivas son menos llamativas, este es el caso de Willian. Es brasileño, pero el más europeo de todos los que tiene el Shakhtar. Capaz de ocupar la banda, de acciones individuales, de combinar, de pausar el juego… pero también de trabajar y apoyar a Rat en tareas defensivas hasta su propia área. Esto luce menos que ser la acción individual constante, pero es el jugador que ofrece un rendimiento al equipo más alto. Yo considero que junto Mkhitaryan, Willian es el jugador más cotizado en el actual Shakhtar Donetsk por esa competitividad, esa capacidad de ser un jugador más europeo.
– ¿Cómo han repercutido estos cambios en el ataque del Shakhtar? Si bien decíamos que hace dos temporadas quizás su punto fuerte era el costado derecho, ahora el equipo que se enfrenta al conjunto de Lucescu… ¿qué debería proteger?
Debería de intentar mantener el tempo del partido porque el Shakhtar en un ritmo alto se mueve con mucha naturalidad y ofrece su mejor versión. El rival debe controlar el tempo, evitar que el Shakhtar pueda correr y luego marcarle las distancias con la defensa para que tanto Srna como Rat no se incorporen permanentemente al ataque y puedan generar ahí una superioridad, pues el Shakhtar por momentos llega a acumular seis o siete jugadores en muy pocos metros entorno al área rival. Entonces: tiene que atacar y, al mismo tiempo, evitar que el ritmo del partido sea alto.
– Siguiendo con el ejemplo de hace dos años, al Shakhtar les terminó faltando una pieza. Fernandinho era su jugador más contrastado pero su aportación en los días clave fue meramente testimonial por culpa de una lesión. Ahora vuelve a integrar el doble pivote, es interesante saber cuál es su nivel actual y, sobre todo, si resuelve parte de los problemas que tenía el Shakhtar Donetsk en la salida de balón porque, pese a la calidad individual de Rakytskyi, sufrió en escenarios importantes como fue el del Emirates.
Yo creo que Fernandinho está de nuevo a un buen nivel, hablando respecto al jugador que era antes de la lesión. Lo que aporta es el ser un jugador con calidad técnica y al mismo tiempo capacidad de trabajo y de liderazgo en el terreno de juego. El Shakhtar actual puede aprovechar esas virtudes de Fernandinho junto a otro pivote más defensivo para ser un equipo equilibrado sin perder capacidad de asociarse, de sorprender y de combinar en cada una de sus jugadas.
– ¿Podemos definir al Shakhtar Donetsk como un equipo de posesión? Por ejemplo, en Turín llegó al 58%.
Sí, el Shakhtar tradicionalmente había sido un equipo de contragolpe en Europa. En Ucrania si acostumbraba a controlar los partidos posicionalmente en estático y a tener una posesión del balón muy superior a la del rival. Esa versión también se está trasladando a Europa. Entiendo que en el partido contra la Juventus tiene que ver en parte porque el equipo italiano se vio superado, pero también porque el Shakhtar es mejor, tiene más personalidad, tiene más nivel y se atreve, en términos de confianza, a llevar los partidos como lo hace en su liga. Y eso le convierte en un equipo más peligroso y también más competitivo en competiciones europeas.
– En su día para buscar su gran debilidad sobre todo mirábamos atrás, mirábamos hacia su defensa. Se les acusaba de ser demasiado estáticos y poco agresivos. Regalaban muchos metros, había problemas con la subidas de los laterales y, ciertamente, el sistema defensivo no tenía la calidad suficiente como para llegar tan lejos. ¿Ofrecen ahora más seguridad?
Sí, porque ese problema se generaba en el mediocampo y se acentuaba con las subidas de Rakytskyi, un central que dejaba al otro muy expuesto a quedarse siempre fuera de sitio. Ahora el Shakhtar tiene cinco centrocampistas con capacidad de trabajo y Rakytskyi es un central más contenido, eso hace que el equipo sea más equilibrado y defensivamente sea más eficaz, menos vulnerable. En ese sentido hay que entender que el Shakhtar también defensivamente es un equipo más competitivo.
– Dejando ya atrás la comparación que hemos establecido con el Shakhtar de hace dos años, lo que habla muy bien del proyecto es que hayan conseguido conservar a su elenco de estrellas porque, como comentábamos en el caso de Willian, ofertas ha habido y muchas…
Eso tiene un matiz: el Shakhtar no se opone a la venta de los jugadores. No es un equipo ruso que haga valer el contrato hasta el final, ellos han declarado que cualquier jugador es transferible al precio que realmente vale. El problema es que en Europa Occidental los clubes que pretenden a los jugadores del nivel del Shakhtar Donetsk no están dispuestos a pagar las cantidades que ellos piden, son los casos de Douglas Costa, de Willian o incluso de Luiz Adriano. Y entonces el Shakhtar no ha retenido tanto a sus jugadores como que ha bajado el poder adquisitivo en Europa Occidental. Esto le ha servido para mantener el bloque, perpetuarlo más tiempo y que el equipo sea más brillante en la actualidad.
– Brillante y sólido, el proyecto de Ajmétov es sobre todo sólido. No sé si gracias a este hecho de conservar las estrellas, a esta solidez y a lo que representa Mircea Lucescu, al menos en lo que es la era Platini, es decir de 2007 a esta parte, ¿es al final el Shakhtar Donetsk el equipo del fútbol ex-soviético con más hechuras de aspirante o de gran candidato a hacer algo realmente importante en la Champions League?
Es difícil. Hace dos temporadas probablemente lo era, seguramente lo era, en la actualidad hay más equipos que están creciendo con el objetivo de triunfar en Europa. No sé si ese es el objetivo del Shakhtar. Ellos están llevando su propia evolución, es algo que ha reiterado siempre Mircea Lucescu, y quizás ese camino pueda continuar hasta las últimas rondas de la Champions… y quien sabe si en un título. Hay otros equipos de Europa del Este como son el Zenit de San Petersburgo o el Rubin de Kazan que ahora están en una crisis de crecimiento pero que aspiran a ser campeones en Europa. También el Anzhi de Makhachkala. Es algo muy coyuntural y que puede cambiar de un año a otro. Evidentemente junto al Zenit de San Petesburgo, ahora mismo el Shakhtar Donetsk es el equipo de referencia en Europa Oriental.
– ¿De estos dos equipos a quién situarías por delante de cara a la Champions? Pongámonos en la piel de un equipo español, ¿qué rival sería más complicado?
A día de hoy el Shakhtar, quien sabe si en marzo el Zenit. El Shakhtar está ahora a un nivel altísimo por la continuidad que ha tenido y el Zenit es un equipo que se está ajustando. Si solventa un par de ajustes que tiene que completar, es un equipo con más nivel individualmente y colectivamente que el Shakhtar Donetsk. Yo creo que en el futuro el Zenit será el equipo más fuerte en la Champions de los ex-soviéticos, pero la realidad es que ahora mismo los ucranianos son el equipo que más nivel muestra en sus partidos.
– ¿Crees entonces que este Zenit puede ser en un futuro el primer equipo de la antigua URSS campeón en la nueva Champions League?
Sí, puede serlo. También puede serlo el Anzhi de Makhachkala, el CSKA de Moscú, el Spartak o el Rubin… Hay muchos equipos que van elevando progresivamente su nivel año tras año y en Europa Occidental, salvo siete u ocho clubes que siguen fichado, el espectro se va reduciendo. Por ahí hay más alternativas y el Shakhtar Donetsk puede ser un candidato también, dependerá de que ellos realmente quieran ser más competitivos y menos espectaculares.
– «Solo hay un consenso sobre el Shakhtar: nadie sabe hasta dónde puede llegar.» Esto lo escribiste en tu blog (Davai Davai) en aquella Champions 2010/2011. Y lo hiciste cuando ya se conocía que el Barcelona sería su rival en cuartos de final, que le da más relevancia a la frase. Para finalizar: esta temporada, a día 12 de octubre de 2012, ¿sabemos dónde puede llegar el Shakhtar Donetsk?
Es un equipo que puede y debe pasar la fase de grupos, es mejor que la Juventus, y es un equipo que perfectamente pues pasar también los octavos de final. A partir de los cuartos ya los cruces son más complicados, te puede tocar un grande tipo Real Madrid, Barcelona o Chelsea y dejarte fuera, pero es un equipo que ahora mismo puede estar entre los ocho mejores del continente.
– Muchísimas gracias Savicevic. Es un honor haber podido conversar contigo sobre el Shakhtar Donetsk. Siempre que haya un tema de ese fútbol del Este sobre el que tanto nos gusta leerte y escucharte en tu podcast serás bienvenido en «Ecos del Balón».
Gracias a vosotros. Les envío el mismo saludo de vuelta porque yo también les escucho y hacen un trabajo muy valioso dentro de lo que es el fútbol en la red.
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Referencias:
twitter.com/davai_davai
MrRealStinson 12 octubre, 2012
Que grande Savicevic! La verdad es que confieso que poco a poco me voy enamorando del fútbol del Este, el único problema es que la visualización de partidos es complicada.
En cuanto a Rakytskyi, he de decir que es un jugador que me encanta, que me vuelve loco, y al que quiero ver jugar en un equipo grande (Quien sabe si este mismo Shakhtar puede ser ''el equipo grande'' que comento en 2 o 3 años).
Y gran trabajo de Quintana, como siempre.