No hay imperio eterno | Ecos del Balón

No hay imperio eterno


“No te esfuerces, Giuliano. No vale la pena, déjalo entrar. Nos van a ganar igualmente.” Esa frase fue la que, para el pétreo Tarcisio Burgnich, puso el punto y final a uno de los equipos más dominantes, autoritarios e inabordables que haya conocido el Viejo Continente. Cuando dos años antes aquella pelota embarrada se escurría bajo el cuerpo de Costa Pereira para darle al Inter su segunda Copa de Europa consecutiva, parecía que nada ni nadie -ni siquiera los elementos que habían llenado de fango lo que debería ser una maravillosa final en su propio estado- podían frenar al equipo de Helenio Herrera. “El Mago” estaba en la cima del mundo, había construido un equipo impresionante que dominaba el campeonato italiano y también se imponía en Europa. A finales de ese año 65 se coronaba de nuevo campeón intercontinental, sellando su dominio sobre el planeta fútbol.

El Inter basaba su fortaleza en haber conseguido aglutinar al jugador ideal para cada puesto en el nuevo sistema de catenaccio que estaba imponiéndose en el fútbol italiano. Sarti, seguro y con experiencia, era el portero, Picchi, el capitán y libero siempre sereno, los marcadores contundentes Burgnich y Guarneri, FacchettiHelenio Herrera era un técnico innovador y exigente, así instauró las concentraciones representaba al moderno carrilero, Domenghini era el tornante técnico y con pulmones para todos, Bedin el hombre ancla, Suárez el cerebro capaz de poner la bola milimétricamente a 50 metros, Corso era la técnica y el ingenio atacante, Jair la velocidad y el regate, Mazzola el dominador del frente de ataque y Peiró el rematador. Además, Herrera incluyó muchos nuevos métodos de entrenamiento, modernos todos ellos, y además era un psicólogo. Pero también un hombre oscuro sobre el que nunca se despejaron las dudas en torno al intento de amaño de partidos o al uso de sustancias para mejorar el rendimiento de sus jugadores. Indudablemente era un hombre extremadamente exigente. Había también implementado la costumbre de las concentraciones, el ritiro, aislando a los jugadores en el centro de entrenamiento o en hoteles antes de los partidos. La costumbre comenzó siendo simplemente la noche anterior a un encuentro, pero poco a poco el tiempo de encierro se fue alargando. Se convirtió en habitual que, para un partido el domingo, los jugadores fuesen a entrenar el viernes y ya no volviesen a casa. Tampoco la noche posterior al partido. Sólo el lunes quedaban liberados.

El Inter siguió siendo una fuerza dominante en la sexta y séptima temporadas de Herrera.

La temporada 65-66, a pesar de la eliminación a manos del Real Madrid en las semifinales de la Copa de Europa, confirmó el dominio del Inter a nivel nacional, con un nuevo Scudetto. Nada parecía cambiar, y más aún cuando al comienzo del curso 1966-67 la escuadra de Herrera encadenó siete victorias consecutivas que le situaron al frente de la tabla con autoridad. El equipo ganaba partidos con solvencia y a mediados de abril sacaba 4 puntos a la Juventus en cabeza del campeonato, además de haberse tomado venganza del Madrid en cuartos de la Copa de Europa. Pero, de repente, las cosas se medio torcieron. Los duros búlgaros del CSKA le obligaron a ir a un desempate en semifinales. Un desempate que, por cierto, se jugó en Bolonia al ofrecer el Inter toda la taquilla al CSKA –en aquella época, todas las recaudaciones iba a medias para los dos equipos-. En liga, tres empates y una derrota contra la Juve dejaban el campeonato apretado, pero la realidad era que, a falta de la final de la Copa de Europa contra el Celtic y la última jornada del Scudetto ante el Mantova, dos victorias aseguraban un nuevo doblete para el conjunto de Herrera. Para este momento, las concentraciones de dos días antes de partido eran el pan nuestro de cada día para los jugadores del Inter, y si pensamos en que entre semana había partidos europeos, el resultado es que, como decía Burgnich, los jugadores pasaban más tiempo con su compañero de habitación que con su mujer.

Fue en Lisboa cuando la plantilla del Inter llegó al punto de no retorno. Herrera, como era habitual, había reservado todo el hotel para el equipo. Los interistas se concentraron a media hora de Lisboa, en un hotel enorme que miraba al mar. Durante los tres días previos a la final los jugadores sólo vieron a sus compañeros y al cuerpo técnico.La gran concentración previa a la final de la Champions fue larga, tensa e insoportable Ni siquiera los directivos se alojaban allí. Todo, absolutamente todo, iba encaminado al partido contra el Celtic. Todo tenía que ver con los escoceses. Las sesiones de vídeo, los dossiers con información llenaban el tiempo de los jugadores en medio de la nada. Herrera estaba nervioso, tenía miedo, porque veía que el equipo se venía abajo y además jugaría la final sin Jair y, sobre todo, sin Suárez, lesionado, lo cual era una perspectiva que horrorizaba al “Mago”. Y el equipo explotó. Burgnich y Facchetti, que llevaban compartiendo habitación durante todo el ciclo con Herrera, reconocieron a posteriori que eran afortunados si podían conciliar el sueño durante tres horas, que se quedaban hasta altas horas de la madrugada mirando al techo o paseando por los vacios pasillos sin poder descansar. Escuchaban a Picchi, que era el capitán y un líder ejemplar, vomitar de tensión todas las noches. Varios jugadores más pasaban por lo mismo, cuatro de ellos vomitaron durante la charla técnica prepartido en el Estadio Nacional de Jamor. Ese hotel en Lisboa fue la gota que colmó el vaso, se les echaron las paredes encima. Burgnich había visto a su familia 3 días en el último mes y medio. Mentalmente estaban muertos.

Incluso cuando se pusieron por delante, gracias a un penalti marcado por Mazzola en el minuto 7, y Herrera les ordenó ser –aún más- conservadores, la victoria era una utopía para gran parte del equipo. El Celtic, sin ningún tipo de presión, jugando un fútbol de ataque total, alegre, combinativo, con esos laterales larguísimos que doblaban una y otra vez la banda, les martilleaba sin compasión, y más lo hacía ese talante despreocupado de sus jugadores. ¿Cuántos años hacía que no sentían eso los jugadores interistas? La presión, la exigencia de ganar. Era como una bota que les apretaba la garganta. Y llegó el gol del empate. Fue como el golpe que deja definitivamente groggy a un boxeador. A partir de entonces, el Inter se balanceaba entre las cuerdas, esquivando como podía el golpe que le enviase definitivamente a la lona, lanzando balones largos sin sentido alguno, salvado por el poste, por las paradas de Sarti…

“No te esfuerces, Giuliano. No vale la pena, déjalo entrar. Nos van a ganar igualmente.”

Que alguien como Armando Picchi, uno de los capitanes más respetados del fútbol italiano en toda su historia, dijese esa frase sólo demuestra cuán destrozado estaba ese equipo del Inter. Cuánto deseaban que se acabase todo y quitarse esa presión de encima. Como sabemos, el Celtic conseguirá finalmente la victoria, pero la pesadilla no finalizó para el Inter en el césped lisboeta. El fin de semana siguiente, Sarti recibió un gol exactamente igual que aquel encajado por Costa Pereira que les había llevado a la cima del mundo. La pelota, y el Scudetto con ella, se escaparon debajo del cuerpo del portero interista. Aquella tarde de Mantova terminaron también las carreras nerazzurras de Picchi, Guarneri y Jair, sentenciados por Herrera, que los traspasó ese mismo verano.

Daba igual, el Grande Inter no era más que la sombra de lo que un día fue. Como la Grande Armée vagando por los caminos de Europa de vuelta a casa tras el fracaso de la campaña rusa, el equipo de Herrera finalizó quinto en la liga al año siguiente a 13 puntos del Milan, gran rival dirigido por Rocco. “El Mago” puso oficialmente el punto y final a esta etapa cuando marchó a Roma en busca de un nuevo proyecto. Volvería, como también lo hizo Napoléon, para un breve reinado, pero al igual que el emperador francés, su aura de invencibilidad se había apagado años antes.


32 comentarios

  • MiguelQuintana 11 octubre, 2012

    Espectacular una vez más, Vilariño.

    La tensión que debieron vivir los jugadores del Inter de Milan para terminar explotando así tanto antes como durante el partido es algo que aún con sus testimonios debe ser inexplicable. Esa ''teoría de la manta'' que tanto le gusta a @Arroyo también se puede aplicar a estas situaciones, entre la falta de concentración y el exceso hay muchos niveles… pero entre el punto idóneo y lo enfermizo no tantos. Por cierto Vil, ¿tenía equipo el Inter para ganar al Celtic en condiciones normales?

    Hay que recordar, por cierto, que ese Celtic fue uno de los tres equipos en ganar la Copa de Europa con todo jugadores nacionales… y para añadir más valor a la gesta, todos eran nacidos en Glasgow o alrededores. Un hito histórico e irrepetible, evidentemente.

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  • J_L_Alonso 11 octubre, 2012

    Muy interesante este artículo Vilariño, se demuestra que el ser humano no puede vivir constantemente en tensión, sino, acaba perdiendo todo, al leerlo, se me vino un club a la cabeza, Athletic Club de Bilbao, creeis que le puede pasar lo mismo que a ese Inter? (También es lo que creo que le paso al Elche el año pasado).

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  • Abel Rojas 11 octubre, 2012

    Hace unos pocos días, Wikipeix publicó varias citas, creo, de un ex jugador del Barcelona entrenado por Herrera. Lo describía de soberbio entrenador y… mala persona. Es difícil entrar porque no conocimos a Helenio, pero ahí queda eso.

    Un entrenador así no tiene cabida en el fútbol actual. Lo más parecido ha sido Capello, probablemente, y su ideal era no ser amigo de los entrenadores, fijar siempre una posición lejana a ellos, pero no machacarlos hasta la asfixia.

    Actualmente vemos dos tipos de entrenadores. Por un lado, tipos como Wenger o Pellegrini. Son entrenadores flexibles, de manga ancha, que dan respiro. Suelen acabar construyendo siempre equipos muy buenos, pero claro… no tienen la presión de los títulos. Luego por otro lado están Bielsa y gente parecida, que exprime a su plantel de manera apasionada y se hace el protagonista de la vida de vestuario desde el principio pero, posiblemente, acorte la vida útil del proyecto, no dejándole alcanzar el poso que le hace competir de verdad -el año pasado, sin Champions y perdiendo las dos finales de manera muy dura e ingenua-.

    Por eso Mourinho, Ferguson y Guardiola son los mejores entrenadores de los últimos años. Son los únicos que lo han compatibilizado todo: competir día a día por lo máximo, llegar vivos a los títulos y conseguir muchos y, mientras tanto, desarrollar a los equipos sin agotarlos, para que duren los 2-3 años a tope que les permita alcanzar su punto máximo.

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  • piterino 11 octubre, 2012

    Otro gran artículo, Vilariño, da para reflexionar mucho.

    Yo para estas cosas soy bastante "aristotélico", situando en un razonable término medio la virtud más habitual. Un entrenador conoce al grupo que tiene bajo su mando mejor que nadie, y es el más idóneo para diseñar el esquema de límites-libertad que ayude a optimizar el rendimiento del grupo.

    ¿Puede equipararse en algo lo que pudo vivir aquel Inter de Helenio Herrera a la situación actual del vestuario del Athletic? En términos de presión, de exigencia propiamente dicha al grupo, entiendo que no. Pero en términos de sobrecarga mental y emocional, de sensación de "asfixia", es posible que sí, y de hecho parece ser el principal recelo del grupo hacia un técnico tan metódico, sensible hacia el juego y especial, como incapaz de flexibilizar según qué convicciones.

    Por último, en cuanto al Inter de Milán como entidad, es curioso cómo jamás volvió a repetir aquella capacidad competitiva y ganadora hasta el último lustro. Aquel hundimiento tuvo efectos multiplicadores sólo asimilables continentalmente (factores de desarrollo económico al margen) al Benfica y la maldición de Bela Guttman, posiblemente. Desde aquellos títulos hasta la serie de Scudettos de Mancini-Mourinho, el Inter sólo fue campeón de Italia tres veces, y de Europa ninguna. En cuarenta años…

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  • David_Leon 11 octubre, 2012

    El otro día, en la entrevista de Mourinho, me llamó la atención cómo hablaba de Ferguson. No era un elogio impostado. Hablaba de Ferguson como el auténtico dios de los banquillos.

    Yo no sé si es tal, para mí el mejor es Mourinho, pero hay que decir que lo de Sir Alex, más allá de cómo esté ahora mismo… es pa flipar. Que lleva un cuarto de siglo en el United, y habrá tenido sus cosas (como lo de Becks), pero por norma, el respeto que tienen los futbolistas a su figura es tremenda. Algo tiene que tener.

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  • Vilariño 11 octubre, 2012

    Si veis el vídeo de la final, fijaos en como, a partir de determinado momento, los extremos Johnstone y Lennox se convierten en auténticos aviones que superan a su par sin dificultades (y los interistas apenas si intentan seguirles), y como a cada parada de Sarti hay un jugador (Picchi), que se le queda mirando, quieto , y le hace algún gesto. Como si le hablase. Ver esa final una vez sabido lo que pasó lo convierte en algo totalmente distinto.
    O fijaos en como hacia el final del partido los jugadores interistas actúan como por estímulos, olvidándose de la táctica, saliendo 3 ó 4 a presionar al mismo jugador. Como si solo quisieran coger la pelota y lanzarla lo más lejos posible.

    @Quintana

    Sí, claro que el Inter tenía equipo para ganar igualmente. Era favoritísimo,de hecho. Pero el caso es que no había peor baja posible para ellos que la de Suárez.. No se podía sustituír su capacidad para hacerse presente en todos los aspectos del juego, y para fortuna de Herrrera, era un jugador que se lesionaba muy poco y estuvo sano todo el ciclo. En su lugar juega Bicicli, un jugador no exento de técnica, pero de corte más defensivo. Y además faltaba Jair, que era desequilibrante (es el único hombre que logró sentar a Garrincha en la selección brasileña), y Mazzola jugó la final debilitado ya que había sufrido una gripe durante la semana anterior…

    Eso también lleva a pensar en que pudiese haber algo más detrás de esas enfermedades, de esos vómitos, de ese insomnio. La sombra de las sustancias prohibidas siempre planeó sobre este Inter. La muerte de varios miembros del equipo siendo jóvenes y con enfermedades muy determinadas no ayuda. Y las declaraciones del hermano de Sandro Mazzola, Ferruccio, que era suplente tampoco: asegura que Herrera utilizaba a sus suplentes como conejillos de indias. No se ha demostrado, pero hay muchas cosas raras, desde luego.

    @JLAlonso

    Puede haber relación o similitudes con el Athletic, claro. En el sentido de lo exprimido que llegó el equipo a final de temporada el año pasado. De como caían lesionados sus jugadores (con lesiones "por desgaste"), o en la poca resistencia que opusieron en las finales de Europa League y Copa del Rey.
    Otro caso que me recuerda bastante es el del Bayer "Neverkusen" de 2002, que llegó a mayo con opciones de triplete y se quedó sin nada al perder las finales de Copa, Champions y la liga en el último partido. O al Madrid de la segunda liga de Tenerife. Pensemos en lo que tiene que ser haber perdido la primera liga como se perdió y al año siguiente volver a pasar exactamente por lo mismo. Presión brutal, sensación de que está escrito que vas a volver a perder…

    @AbelRojas

    Muchísimas personas coinciden en que Herrera era una mala persona, una persona oscura. La manera en que trataba a sus jugadores no era la mejor, desde luego. El hecho de que ocultase a Bedin que su padre había muerto y le hiciese jugar, sólo para decírselo al día siguiente del partido (por lo que Bedin ni siquiera pudo ir al entierro), no dice gran cosa a su favor. El caso de Giuliano Taccola en la Roma es peor aún: Taccola se sintió indispuesto durante un partido, y cuando pasó una revisión médica se le detectó un problema cardíaco. Herrera no le informó de ello, le hizo entrenar normalmente durante la semana y Taccola jugó el partido siguiente, que no fue ni capaz de acabar. Tras dos semanas más de entrenamiento, el jugador se desplomó en el vestuario y murió.

    Con lo cual…no, Herrera no era la persona más buena del mundo.

    @Piterino

    Es complicado decir por qué el Inter se desplomó de esa manera. Herrera y el presidente Angelo Moratti se fueron al final del año siguiente, como señalo en el artículo, pero el Inter, con una base parecida llegó a la final de Copa de Europa de 1972, por ejemplo. Eso sí, la inestabilidad institucional fue siempre grande. Ni Fraizzoli ni Pellegrini fueron presidentes realmente fuertes.

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  • Invitado 11 octubre, 2012

    Un apunte solo. Jair jugó la final de la Copa de Europa del 72 (cierto es que se fue una temporada a la Roma y no regresó hasta que se fue Herrera a la Roma al año siguiente) y solo jugó un partido con Brasil, así que difícilmente pudo sentar en Garrincha.

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  • GarrinchaCF 11 octubre, 2012

    Oh Vil, nuestro Inter, ¡qué bellos aquellos años! Mis conocidos juventinos de cierta edad no se burlan de uno con los finales de 1998 o 2002. No, lo hacen con la pifia de Giuliano Sarti en Mantova. Al respecto estuve leyendo un libro sobre la historia del Inter que me compré hace años (Grande Inter, de Danilo Sarugia), y la historia de aquellos días con ambas derrotas es bastante triste. Peiró ya se había marchado a la Roma aunque Domenghini, Cappellini y Mazzola se habían hinchado a meter goles durante aquella campaña. Si al menos se hubiera arañado el empate en Mantova se habría disputado un desempate, como el que se jugó aquellos años con el Bologna (también con derrota).

    Lo que es el Inter, aún en su época más triunfal tiene derrotas épicas. El día que la dirigencia esté totalmente a la altura el club alcanzará su dimensión real, pero hasta entonces parece difícil volver a vivir tiempos triunfantes.

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  • GarrinchaCF 11 octubre, 2012

    @Invitado
    Así es, solo jugó un encuentro en el Mundial de Chile'62, donde las actuaciones de Garrincha con Pelé lesionado coronaron a la verdeamarelha de nuevo. Escribí algo sobre el propio Jair (y sobre Jairzinho) hace tiempo… http://cafefutbol.blogspot.com.es/2012/05/jair-ja

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  • Vilariño 11 octubre, 2012

    @Invitado (?)

    Cierto, cierto, con lo de Jair cometí dos errores. Uno al ponerlo en el mismo saco que Picchi y Guarneri, y el otro al confundirlo con Julinho (Botafogo, Fiorentina). Gracias por el apunte ^^

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  • Abel Rojas 11 octubre, 2012

    @ Vil

    Tela. Desconocía por completo la historia de Taccola.

    Hablando con David Mata me había contado infinidad de historias sobre, por ejemplo, la obsesión con el dinero que tenía Helenio, pero no sabía la historia del jugador de la Roma.

    @ Garrincha

    En el ambiente siempre ha estado el aroma de que Guardiola está enamorado del Inter de Milan.

    @ David León

    Es que Ferguson tiene un plus sobre Guardiola y Mourinho, también sobre Capello, al que supongo que muchos meterán en este nivel: finiquitó proyectos e inició otros. Ferguson ha dado muchas malas noticias. Hablas de Bekcham, pero, por ejemplo, para convertir a Ronaldo en el héroe de Old Trafford tuvo que sacrificar a un Van Nistelrooy que, luego lo vimos, era delantero de 35-40 millones todavía.

    Mourinho ha estado en un proyecto por club. Ni uno más. Es cierto que en el Inter se le fue el jugador contextual de su primer año, pero… no creo que sea significativo para lo que hablamos, porque no tiene pinta Ibrahimovic de líder o de jugador importante y aglutinador en un vestuario, sino más bien de incordio al que no echa nadie de menos. Pero vamos, que el tema es ese: el proyecto de Carvalho y Deco; el proyecto de Cech, Terry, Lampard y Drogba; el proyecto de Julio César, Zanetti, Samuel, Cambiasso y Sneijder; y el actual proyecto de Iker, Pepe, Ramos, Alonso y Ronaldo, que parece claro que será el único que desarrolle en su actual club.

    En cuanto a Guardiola, también creo que es nítido que una de las muchas razones que le llevaron a tomar la decisión de renunciar al cargo fue que no quiso dar la patada a algunos de los jugadores que le habían hecho grandes. Sentar a Xavi en el banquillo -sus decisiones tácticas dejaron claro que ya no confiaba en él, al menos, de la manera en que lo hace Tito-, vender a Alves -cantado- y quien sabe si vender a Gerard Piqué -bastante pinta, creo-.

    Ferguson es el que más ha afrontado, y venció a menudo. Aunque ahora, opino, sea una debilidad con respecto a sus mejores rivales.

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  • Abel Rojas 11 octubre, 2012

    @ Piterino

    Para mí sí son situaciones comparables. Es verdad que en Italia, y en Europa, la presión sobre el Inter de Helenio era mucho más global que la que pueda tener el Athletic. Y la exigencia de victoria, muchísimo mayor. En Bilbao no creo que nadie exigiera títulos. Pero la temporada fue emocionalmente muy intensa, con un final muy, muy, muy duro, y un Bielsa que… no levantó el pie del acelerador.

    A mí me sorprende mucho, pero mucho, que Bielsa decidiera seguir un año más.

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  • Vilariño 11 octubre, 2012

    @Abel @Garrincha

    Yo también tengo la sensación de que el Inter a Pep "le pone". ¿Por qué será? La idea de cambiar radicalmente el estilo asociado al club?

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  • @undefined 11 octubre, 2012

    Gran artículo. Una curiosidad: ¿En el 67 ya había sesiones de vídeo?

    @Abel
    Es que lo de Ferguson es impresionante. No me imagino a Mou, ni a Pep ni a nadie aguantar un cuarto de siglo en el mismo banquillo, con esa exigencia. Además, sin ser un camino de rosas, metiéndose en todos los charcos que había que meterse, peleándose con quien hiciera falta… IMPRESIONANTE.

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  • francescmarco 11 octubre, 2012

    Un aplauso a esta sección de Vilariño, que sólo con lo que ha escrito en Ecos ya debe llevar medio libro.

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  • GarrinchaCF 11 octubre, 2012

    @Abel @Vilariño

    Lo de Pep con el Inter es un pequeño secreto a voces. Me lo dejó caer Perarnau cuando lo entrevisté hace unos meses. Por lo visto en su época en el Brescia (tanto esta ciudad como Milán se encuentran en la región lombarda) se pasaba de vez en cuando por San Siro para ver al Inter, que por alguna razón le tiene enamorado. Pues que lo pille y se lleve al enano con él ^^

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  • MigQuintana 11 octubre, 2012

    Sobre Fabio Capello hay una biografia brillante escrita por uno de los periodistas deportivos más interesantes del panorama europeo: Gabrielle Marcotti. Los primeros capítulos están dedicados, logicamente, a su infancia y a la zona donde la pasó. Conociendo su historia se puede entender más que nunca su carácter y el tipo de entrenador que fue. Vil, ¿conoces cómo fue la de Helenio Herrera?

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  • @JoanBarriach 11 octubre, 2012

    Brutal artículo, brutal. Conocía varias anécdotas de HH como entrenador y algunas historias sobre sus métodos, frases míticas o así, pero leer el artículo sobre ese Inter y todo lo que rodeó a aquella final, como jugó con la vida de algunos de sus jugadores y demás. Impactado me hallo con eso.

    Añado link de El País en el que se detallan las muertes de varios jugadores de ese Inter y la historia de Taccola. http://elpais.com/diario/2005/10/21/ultima/112984….

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  • Vilariño 11 octubre, 2012

    @MiguelQuintana

    Ni idea, más allá de lo que todo el mundo sabe: llena de viajes y relación con distintos países y culturas (España, Argentina, Francia, Marruecos…), y la tensión permanente de que su padre fuese un más que conocido activista anarquista (exiliado en Argentina cuando nació Helenio).

    Otra mítica de Herrera es que uno de los motivos de su salida de la Roma es que soltó algo así como "Se me pide que gane el Scudetto cuando la última vez que este club ganó el título fue en el 42, y porque Mussolini era el entrenador -guiño, guiño-". El "guiño-guiño" es dramatización xD

    @joanbarriach

    Ferruccio Mazzola desvela muchas cosas en su libro "L'espresso", especialmente en relación con el doping en el Calcio, tanto en Inter, Lazio y Fiorentina, tres clubes donde jugó. Muchos jugadores de la época sufren enfermedades muy raras o mueren jóvenes…y eso hace sospechar de ciertas prácticas.
    "Informe Robinson" hizo un reportaje sobre ello hace tiempo.
    http://www.youtube.com/watch?v=OVL8WhRfAuU http://www.youtube.com/watch?v=lKie3RhCx5I&fe

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  • Vilariño 11 octubre, 2012

    @Abel

    El caso de Taccola es famoso porque se le considera el paradigma del "método Herrera": sobreentrenamiento, aislamiento de información, enfermedad, uso de sustancias de diversa índole…lo reúne todo.

    Como vereis en los vídeos que he puesto, el caso más acojonante es el de la Fiorentina. Da miedo.

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  • RiRB 11 octubre, 2012

    @JoanBarriach
    Lo peor de todo es que los jugadores en la mayoria de los casos ni tan si quiera sabían que se estaban tomando. Supuestamente. Se les decía que eran compuestos vitamínicos o cosas así. Durante una semana antes, durante el partido y el día después, haciendo que por ejemplo, Mazzola en algunas ocasiones se pasara 3 días seguidos posteriores a un partido con espasmos y alucinaciones grabes.

    Aunque todo esto no hay que achacarle a HH toda "la culpa", que obviamente sí, pero más de uno y dos entrenadores hubieran tirado de sustancias si se encontrasen en esa Italia de finales de los sesenta y la década de los setenta. El "dopaje" estaba bastante extendido en el calcio. Otro ejemplo es la Fiorentina, en la que tres ex-jugadores de esa época murieron prematuramente por enfermedades relacionadas con el dopaje (tumores y paros cardíacos masivos), y otros cinco enfermos graves algunos de ellos con secuelas para toda la vida (como Giancarlo Antogoni, que sobrevivió sorprendentemente a un infarto masivo).

    Realmente toda la Italia de los sesenta, setenta y ochenta es algo oscura. Algo que se ha arrastrado hasta hace poco y es ahora cuando podemos ver el "solar" de todo eso.

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  • RiRB 11 octubre, 2012

    Se me olvidaba, muy buen artículo Vilariño, enhorabuena 😉

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  • @chemaerrebravo 11 octubre, 2012

    Vaya, tengo problemas para acceder con mi cuenta twitter a los comentarios:

    Gran historia esta de la decadencia del Gran Inter… Un equipo dominante, aunque en Italia le costó someter en una década realmente dura y competitiva. Es un caso similar al Milan de Sacchi… Italia en los 60 era un avispero, con el pulso brutal entre el Milan de Rocco y el Inter de HH, los dos equipos clave para forjar la cultura calcistica que nos llegaría después… Pero es que en esa década, gana scudettos también: Bolonia, Juventus, Fiorentina y Cagliari (estos dos últimos ya sin HH en el Inter). Con Herrera, el balance es 3 scudettos el Inter, 2 la Juventus, 2 Milan y 1 Bolonia. Y el Nápoles armó un equipo fuerte estos años.

    Habláis del doping de HH… no era exclusivo del Inter. Precisamente el scudetto del Bolonia mediante desempate estuvo muy condicionado por esto. Varios futbolistas del Bolonia dieron positivo y fueron suspendidos… El Inter remontó la desventaja ante un Bolonia mermado y metido en follones judiciales…. Se formó tanta tensión en torno al Bolonia, que en uno de sus viajes a la Federación en aquel proceso, el mítico presidente Renato Dall' Ara, falleció de un infarto, justo cuatro días antes de ese desempate… Era el Bolonia de Fulvio Bernardini (un técnico muy infravalorado en Italia), Bulagarelli, Nielsen, Haller…

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  • SharkGutierrez 11 octubre, 2012

    El otro día Gaby Ruiz dijo algo que me llegó más allá que a lo que el quisiese decir en ese momento resumen del partido ( se trataba del Bayern-Hoffenheim):

    "El partido fue la historia de como uno, antes de saltar del vestuario sabía que iba a ganar y el otro a perder".

    Creo que le encuentro aceptación a esa frase por este hecho en concreto; soy también de la opinión de que Herrera acortó mucho su ciclo con un Inter ganador y más, con el potencial que tenía. Tremendo.

    La verdad que este tipo de historias (y tal como las cuenta Sergio) te aclaran mucho como era Helenio Herrera. Y como, cuando se le compara a algún entrenador actúal, entra la risa.

    Lo de Pep y el Inter…pues no me extrañaría y más que Stramaccioni fuese un técnico de transición que adapte a su equipo a lo que quiere y exige Guardiola para que no sea un cambio tan brusco. A más de uno, nos pondría ver a Guardiola lejos del Camp Nou y la expectación por ver que hace en un país que él adora como es Italia.

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  • Vilariño 11 octubre, 2012

    A todo esto, la imagen con la que ilustran el artículo en portada es de la selección Italiana en la época de Herrera-Valcareggi. Jodido equipazo se traían entre manos.

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  • J_L_Alonso 11 octubre, 2012

    Impresionante ese Informa Robinson y habría que darle vueltas a esa última reflexión…

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  • Vilariño 11 octubre, 2012

    Pues, casualidades de la vida, uno de los miembros de ese Bologna campeón del séptimo Scudetto ha fallecido hoy: Helmut Haller. Tuvo una brillante carrera en el Augsburg, y sobre todo en el Calcio, tanto en Bologna como Juventus. Y fue fijo de la selección alemana en los Mundiales de 1962, 66 y 70.

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  • @JoanBarriach 11 octubre, 2012

    Revisto el informe Robinson sobre las muertes en el Calcio. Y brutal la frase final del que "ha destapado". Nosotros jugábamos 40-50 partidos al ritmo de un Fiat 500, ahora estos muchachos juegan 60-70 partidos al ritmo de un Formula 1…" Impactante toda la historia que hay detrás y las brutales consecuencias.

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  • Otsuka 11 octubre, 2012

    @ Informe Robinson – muertes y dopaje

    Con el Informe de la USADA en la retina, que ahora estoy leyéndome, realmente aterra lo que puede haber en el fútbol. Si en lugar de mear en un tarrito sin nadie presionándoles tuvieran que someterse al pasaporte biológico seguramente en España nos acordaríamos ahora de los nombres de la Operación Puerto que se enterraron en montañas de mierda para que solo trascendieran primero atletas y luego ciclistas. Esos pisitos de tarragona y doctores ilustres como Fuentes tenían muchos clientes, aunque ahora Carlos Arribas y demás "periodistas" financiados no quieran saber nada de Piti (Valverde) , chuletones y demás lindezas made in Spain.

    El ciclismo ya está perdido para siempre, no tiene solución porque los corredores no quieren. Pero algún día el fútbol va a estallar. Quizá este comentario no sea muy "Ecos", pero el dopaje condiciona el deporte de élite y las relaciones con el poder mediatizan su repercusión. Las "papillas" de Antonio Escribano, Sabino Padilla -que fue algo más que el médico de Miguelon- y los casos de nandrolona no son ajenos al desarrollo del fútbol.

    En Italia tanto la prensa como las autoridades parecen estar dispuestas a extender, poco a poco, la guerra contra el dopaje. Porque las decenas de muertes del fútbol profesional no son una broma.

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  • Otsuka 12 octubre, 2012

    @ Vilariño

    Magnífico artículo, por cierto… Casi me pongo yo nervioso leyéndolo.

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  • Informe_Futbol 12 octubre, 2012

    Buff, de verdad ven a Pep entrenando al Inter?? A mi me cuesta mucho trabajo la verdad. El Inter puede gustarle y demas, pero ahi Pep tiene todo que perder. Primero que Mou se fue hace 3 años y alli siguen llorando por el, superar lo que el hizo, con la plantilla actual del Inter (+ los probables fichajes) va a ser algo muy dificil por no decir imposible. El Inter es carta perdedora en mi opinion. Igual y preferiria entrenar al Milan que no tiene el antecedente directo de Mou y en donde podria encontrar mas hambre, no se.

    Para mi Pep va a terminar de azul pero en Londres. No creo que Di Matteo aguante mucho tiempo en ese banquillo y alli Pep podria tener una base de jugadores realmente excitante. Hazard, Mata, Oscar, Luiz, Azplicueta, De Bruyne, Lukaku, Cortouis.. Pep los puede hacer volar.

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  • @tomasguerra 12 octubre, 2012

    Qué grande, como siempre, Vilariño.

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