Perder con apenas 24 años a uno de los mejores futbolistas de las últimas dos décadas y al que, casi de forma segura, iba a terminar siendo el jugador más importante de la historia del club es un palo difícil de administrar. Con el peso de una camiseta enorme y tras una temporada enlutados, el United volvía a hacerse con la Premier, amén de llegar a una nueva final de Champions. Lo hacían colgados de Wayne Rooney, de muy largo su mejor individualidad tras la marcha de Cristiano Ronaldo. La bofetada de Wembley debió signficar el fin de ese proyecto. No fue así. El milagroso gol de Agüero sirvió para evidenciar lo que la nefasta campaña europea había dejado bien claro: el Manchester United necesita reconstruirse de nuevo.
El primer nombre rutilante en esta renovación ha sido el de Shinji Kagawa. El japonés ha triunfado a lo grande en Dortmund, pero la empresa en Old Trafford será mucho mayor. De entrada, Kagawa deberá luchar contra cierta confusión alrededor de sus características. Pese a su gran técnica y control de balón, no es un jugador de gestión, «un enganche». Donde Shinji disfruta y da lo mejor de sí es en transición, apoyándolas a un toque e interpretando el vértigo con maestría. Llegando es un monstruo y su veintena de goles lo confirma. En el United de Ferguson, Kagawa es siempre delantero. El doble pivote no es lugar para él. Pronto se adivina el conflicto: su zona de acción choca con la de la gran estrella mancuniana, Wayne Rooney.
La coexistencia de ambos es perfectamente posible. En realidad, con Rooney siempre lo es. Wayne abarca demasiado espacio como para no poder vivir con un semejante. Una opción es buscar en Kagawa y Rooney algo parecido a lo que ya intentó (con relativo acierto) juntando a Welbeck y Wayne. El crack inglés conoce el puesto y Kagawa tiene condiciones para ejercer de falso punta (las tiene para todo lo que no sea gestión de juego). Permutar en la posición de lanzamiento y buscar agilidad en la última línea. Y gol, mucho gol. El bajón del boom Chicharito no lo convierte en imposible.
Kagawa-Rooney y constantes permutas, posible solución
La otra opción pasa por ser la más rocambolesca y, a la vez, la que más fuerza puede ir ganando si Kagawa traslada sus goles a Manchester. El japonés ocuparía su posición ideal detrás de un punta y Rooney terminaría por completar su retroceso total a la base de la jugada. Puede sonar fuerte pero el Rooney mediocentro ha sido una solución empleada por Ferguson en muchas ocasiones en los últimos tiempos. De esta manera, el United ganaría esa calidad por detrás de la pelota que tanto viene necesitando desde la muerte de Scholes. Rooney maneja los cambios de orientación y en transición defensiva (y mira que puede llegar a ser negativo esto) no concede más que sus compañeros de equipo. Además, es tan bueno que desde esa posición se las ingeniaría para hacer 15 goles y le das a Kagawa el único escenario que tiene capacidad absoluta de manejar.
Pensémoslo por un instante: ¿ficharías a un futbolista que necesita una adaptación sencilla para no ofrecerle el mejor contexto posible? No suena muy probable. Por si acaso, Rooney que aproveche la nueva renovación del maestro Scholes y vaya aprendiendo todo lo que pueda de tan cualificada influencia. Apuesten a que Rooney visitará a menudo el círculo central esta temporada. Sir Alex, Sir Alex…
Luás 13 julio, 2012
A mi la solución de Rooney tirando hacia el mediocentro la vengo rumiando desde que en un debate sobre fichajes para el Madrid y con el auge del triángulo de presión de Mou, sugerí como fichaje estelar el de Rooney para completarlo, un poco a lo Gudjhonsen en su Chelsea, me llamaron loco y de todo, puede que no sea la mejor solución, o sea dejar una superestrella en papel de peón, pero con el tiempo se ha visto que no es tanta locura, o si? jaja