Ser Inglaterra no es fácil. La paternidad del fútbol es una responsabilidad invisible que se deja sentir en el peso de una camiseta que, aun con varios logros relevantes a lo largo de su historia, se siente como perdedora. Si encima la previa a otro gran torneo se llena de infaustas noticias, no podemos culpar a la selección inglesa de tratar de sobrevivir a cualquier precio mientras espera la llegada del que quizás es uno de los diez mejores futbolistas del mundo. Wayne Rooney volverá ante Ucrania. Ahí veremos si esta Inglaterra es real o si hay que seguir viajando a 1966 para sentir admiración por los inventores del juego de la pelota.
Pese a las críticas, Inglaterra jugó un partido correcto ante Francia. Aplicó su plan a la perfección y su discurso, aunque partía desde la concesión, logró imponerse. Ante Suecia, por una mera diferencia de nivel, la cosa iba a ser diferente. Lo fue, pero con matices.Ahora que es menos, Gerrard demuestra lo enorme que fue Inglaterra no ha querido exponerse en lo que va de campeonato, y halló en Carroll la solución a todos sus problemas, al menos por un rato. El del Liverpool es limitado, ni mucho menos autosuficiente para el gol o la jugada, pero sin embargo, su gran arma resulta indefendible desde el principio de los tiempos. Se puede limitar a Carroll, pero no dejarlo a cero. Justo lo que necesitaba Inglaterra. Andy fue, junto a Gerrard, toda la primera mitad. Lo de Gerrard es muy grande. Puede que después de verle dominar en Champions durante un lustro, esta versión de Steven sepa a poco. Quizás, pero quedémonos con un detalle; Inglaterra fue repliegue intensivo ante Francia, y Gerrard sacó pelotas de gol en área propia. Ante Suecia el juego directo era el objetivo, y el capitán del Liverpool lo entendió mejor que nadie, verticalizando siempre, al punto de poner una pelota de gol prodigiosa tras caer a la zona de un Milner que es de los pocos futbolistas ingleses cuyos movimientos sin balón ayudan a otorgar una fluidez asociativa.
Pero Inglaterra está lejos de poder controlar el azar del juego. Más pronto que tarde va a sufrir. Y eso que Suecia ofrece poco.Zlatan no tiene fútbol para intervenir una y otra vez En la primera parte de hecho no dio nada. Los suecos son un colectivo excesivamente difuso, perfectamente definido en la figura de un Ibrahimovic al que tratar de insertarlo en el conducto de juego resulta todo un atrevimiento. Zlatan debe gozar de libertad para ejercer su anarquía, pero siempre partiendo desde la punta. Pedirle constancia y peso posicional es una quimera. Y si Elmander está para tres carreras, mucho más. No sorprende lo más mínimo que fuese Mellberg quien hiciera los dos goles a pelota parada. El central es uno de esos futbolistas de los que nos acordamos cada dos/cuatro años, un clásico de cada país que trasciende su propio nivel para convertirse en una figura de una grandeza especial. Jugó genial, hizo gol y medio y nos hizo emocionar. Se agradece.
Suecia es un colectivo sin definir, plano, sin emociones
Y tras Mellberg, la locura. Hodgson se sumaba a la ruleta rusa y cambiaba al extremo interior por el vértigo aleatorio de Walcott. El carril central era una zona de tránsito libre donde no había que pagar peaje para pasar, en uno u otro sentido. Kallstrom, zurda andante durante tantos años, encontraba el tiempo que los partidos de primer nivel siempre le niegan. Olsson rompía por fuera a Johnson y Welbeck profundizaba con un peligro incoherente para con su calidad. Un divertido caos. La moneda le cayó a Inglaterra, seguramente con justicia. Suficiente, Inglaterra no quería más. Ahora viene la excitante Ucrania y, quién sabe, quizás España. Wayne, ven y arregla esto.
@ecosdelbalon 16 junio, 2012
A mí el partido de Carroll, sin poder decir que fue súper acertado en lo técnico ni nada por el estilo, me pareció también de una influencia brutal. A esta Inglaterra le viene que ni pintado. Simplificación máxima y contexto para que Gerrard, que físicamente ha llegado mucho mejor de lo que esperaba, mande. Que los externos están algo desasistidos? Pues sí, está claro como dijo ayer De la Peña en Capítulo Tres, pero… son Young y Milner. No son Vicente y Joaquín entrenados por Camacho.
A mí Inglaterra me da algo de miedo, la verdad. No van a tener ningún miedo a encerrarse, el precedente del Chelsea ganando la Champions les dará una vida anímica de más y Carroll va a ser una pesadilla para cual-quie-ra.