Convirtió 381 goles y ninguno fue inolvidable. Es llamativo cuando menos. No les faltó belleza, el archivo muestra obras maestras, y tampoco trascendencia, pues definieron infinidad de noches capitales, pero ni siquiera uno se ganó la inmortalidad. Lo peor es que la indiferencia de la gloria se extiende a toda su figura. Uno repasa el índice del libro del fútbol y no le encuentra ni por la «R» ni por la «V». Ruud Van Nistelrooy ha sido tan bueno, tan regular y tan gigantesco que hasta que su retirada ha obligado a volver la vista atrás no ha quedado al descubierto la inmensa mala suerte que ha condicionado su carrera deportiva. El delantero centro perfecto sólo fue puntual en su cita con el remate.
Para empezar, nació en el país de Van Basten, se consagró en el club de Romario y compartió días de plenitud con Ronaldo, el genuino.Muy joven para la «Oranje» de Francia 98´ Condenado a no parecer para tanto -ni a dedo podían escogerle tres espejos más injustos-, consiguió mover aquellos 188 centímetros de una manera tan rápida, ágil e intimidante que se inventó su propia marca; y allí se puso, a la vera de Henry, Raúl y Shevchenko. Casi sin ayuda alguna, se puede decir. Por ejemplo, la última gran generación tulipana, la que ganó la Liga de Campeones del 95 e hizo el mejor fútbol de la Copa del Mundo del 98, se le escapó por apenas unos años. Bergkamp y Kluivert, inferiores en todo excepto en perpetuidad, fueron los delanteros de aquel combinado.
¿Y en clubes? Superada la grave lesión que congeló y estuvo a un tris de truncar su fichaje por el Manchester United, aterrizó enLa derrota de 2003, la cima de su fútbol Old Trafford para liderar justo el periodo intermedio entre la era de los Fergie Boys y la de Cristiano Ronaldo. Cinco años después, quemado y sin su Copa de Europa, voló al club que más ha ganado, en el preciso y puntual intervalo temporal que separó la época Galáctica de José Mourinho. El colmo de su infortunio es la eliminatoria que enfrentó a sus dos equipos en la primavera de 2003. Sin duda, el momento al que uno acudiría para revivir a Ruud Van Nistelrooy. Su antológico, absolutamente antológico, doble partido sostuvo a los Red Devils contra el todopoderoso Real, pero la mejor noche de la carrera de Raúl en la ida y el hat-trick de Ronaldo en la vuelta sepultaron su esperanza.
¿Cómo se puede conseguir tanto sin que nunca te salga cara?
Percibir en Van Nistelrooy la historia de una víctima sería bastante absurdo. Él nunca se ha sentido como tal, y que cada rincón dedicado a este juego le haya dedicado en los últimos días un espacio es la irrefutable prueba de su triunfo. Tan solo se pretendía reflejar cómo todo lo que consiguió fue por él. Por su calidad, su trabajo y su convicción. Anima pensar que, si tienes vocación y habilidad, ser un Van Nistelrooy depende únicamente de ti. Porque quizá hoy no recordemos ninguno de sus goles, pero la imagen del gigante holandés celebrando en éxtasis alguno de los importantes sí que va a acompañarnos de por vida. Y esa estampa es de ganador.
@Szakach 16 mayo, 2012
Para mi de alguna manera ha sido un jugador fuera de su tiempo. Lo concibo como algo antiguo (y esto es un halago) para los tiempos que corren últimamente, con ciertos aires de leyenda. Sin ninguna duda un clásico absoluto y carismático como hay pocos a día de hoy.
Nunca fue el mas rápido, ni el mejor cabeceador, ni el más técnico. Pero esta clárisimo que era un asesino de redes y tenía un gran disparo. Tal vez si que tuvo un pelín de mala suerte para poder haber sido mejor considerado todavía, pero es que ay! la suerte es importante también
PD: No estoy de acuerdo en que Berkamp y Kluivert fueran inferiores en todo. Ni mucho menos ; )
En cualquier caso para mi pasará al recuerdo de la mano de esos delanteros míticos que marcaron mi juventud futbolistica. Un fenomeno, autentico profesional y gran jugador.